La pionera del uso del magnesio

Si hay un ejemplo de mujer empresaria que logró el éxito rebasados los 50 años, esa es Ana María Lajusticia que con sus complementos dietéticos basados en el poder del magnesio en nuestro cuerpo puso encima de la mesa un tema hasta entonces tabú, la menopausia.

Bilbaína de nacimiento, Ana María ve truncada su infancia primero, por la Guerra Civil y, después, por la muerte de su padre, tras lo que se traslada a Madrid a la edad de 15 años. Es una de las pocas estudiantes femeninas de Bioquímica, carrera a la que accede empujada por su abuela. En 1948, ya licenciada, encuentra trabajo en las Minas de Osor de Gerona, donde se casa con el propietario agrícola Manel Feliu de Cendra.

La calidad de vida de Ana María Lajusticia cambia cuando a los 31 años le diagnostican una artrosis severa y empieza a llevar un corsé de varillas que la acompañará durante casi veinte junto a unos terribles dolores. En 1967, además, es diagnosticada de diabetes tipo II. A raíz de la lectura de Virtudes curativas del magnesio, del jesuita Ignacio Puig, toma conciencia de su mala salud, pues convivía con dolencias, arritmias, calambres, forúnculos e infecciones desde hacía décadas. Comprende entonces que su alimentación es deficiente, excesiva en hidratos de carbono y pobre en proteínas, vitamina C y verduras ricas en magnesio. Y será este mineral el que irá ya siempre pegado a su biografía, pues dedica el resto de su vida a investigar sobre el impacto positivo del magnesio en la salud.

A partir de ese momento se hace embajadora de sus propias investigaciones, pues con un cambio de dieta y el incremento de magnesio cambia su salud y su vida deshaciéndose, para empezar, de aquel corsé al que estaba atada. Y así es cómo a la edad de 56 años, la vasca se convierte en empresaria y lanza la marca de complementos alimenticios que lleva su nombre y su imagen como logo con el objetivo de aportar al organismo una serie de nutrientes difíciles de encontrar en la alimentación actual y a precios asequibles.

Su marca no tarde en convertirse en un referente mundial por el aporte que supone para la flexibilidad articular, la motilidad intestinal y digestiva, el sueño y el bienestar general. Se convierte en complemento alimenticio de deportistas y mujeres menopáusicas que vieron, en ambos casos, una mejora significativa en su salud. Además, investiga sobre el colágeno y sus beneficios en los músculos y la piel y reniega de los suplementos de calcio, lo que le hace que muchos hayan mirado sus investigaciones con recelo. Con todo, el éxito de la empresa es rotundo desde hace treinta años y en 2015, por ejemplo, factura más de 11 millones de euros.

Ana María Lajusticia se casó y fue madre de seis hijos, varios de ellos vinculados a la empresa familiar, aunque ella estuvo al frente de la compañía, sin dejar nunca de investigar sobre el magnesio, hasta los 98 años.

Su libro El magnesio, clave para la salud, publicado en 1979, ha sido traducido a cincuenta idiomas y cuenta con más de veinte ediciones. Escribió una docena más: La alimentación equilibrada en la vida moderna, El Magnesio, clave para la salud, La respuesta está en el colágeno o El magnesio en el deporte, su último best seller.