Castilla y León: o nos salva o nos mata
Con Sánchez o contra Sánchez. Con España o contra España. Eso se vota en Soria, Ávila, Segovia, Zamora, Valladolid, Salamanca, Palencia, Burgos y León: si ustedes se dejan engañar, nos engañan un poco a todos. La otra opción es empezar a salvarnos
Este domingo votan los castellanoleoneses un poco por todos. Técnicamente se presentan candidatos poco sospechosos de ir por la vida rompiendo vajillas. No desde luego Mañueco, un tipo serio, una especie de Juanma Moreno pasado por la meseta que ha gestionado con cabeza una región compleja y maravillosa.
Tampoco su némesis, el socialista Luis Tudanca, que en campaña intenta aprobar en quince días tres cursos de sanchismo pero luego, probablemente, apacigua sus ánimos y vuelve a ser un señor normal de Burgos, que es lo que abunda en Castilla y León.
Tampoco asustan Igea ni Gallardo, más allá de excesos y defectos que siempre agranda la política en tiempos de cólera. Ninguno de los cuatro, y ni siquiera sus modestos homólogos de las distintas versiones de la «España Vaciada» que confunden un poco por su buen olor a campo un rato y su cierto aroma a Podemos otro rato alternativo, espanta especialmente.
El problema es que, en realidad, el 13F se vota con Sánchez o contra Sánchez, como se votará en todas y cada una de las elecciones que se celebren de aquí a que se convoquen las Generales.
Las madrileñas fueron un plebiscito sobre Sánchez. Las castellanoleonesas lo son este domingo y las andaluzas lo serán antes o después del verano. Y cuando se elija al alcalde de Aguiño, que lo será de Santa Uxía de Ribeira, también saldrá vencido o reforzado el único presidente capaz de jugarse España para alcanzar o conservar su trono de barro.
El penúltimo bochorno de Sánchez ha sido, a la vez, el más definitorio de su trayectoria, una mezcla de mentiras kamikazes y errores suicidas de los que él, sin embargo, siempre ha sacado un beneficio personal: habilitar una línea caliente con ETA para beneficiar a sus presos y ganarse el apoyo de Otegi.
Si el espectáculo público de esa alianza ha alcanzado las más altas cotas de abyección, con pésames a Bildu en el Senado, ongis etorris impunes y el blanqueamiento del líder abertzale como socio preferente de investiduras, presupuestos y en Navarra; la componenda privada que ahora hemos conocido se asemeja a la del bolo alimentario recorriendo el tracto intestinal para culminar en un detrito apestoso.
Ver al machaca de Marlaska, que a su vez es el machaca de Sánchez; compadreando con 'Kubati' a través de un interpuesto, para que sangrientos asesinos con penas en vigor disfruten de un futuro que jamás tendrán sus víctimas, supera todas las desvergüenzas perpetradas por Sánchez desde que llegó por primera vez a la Moncloa al asalto; con las mismas trampas y los mismos socios que le acompañarán ya de por vida.
Con Sánchez o contra Sánchez. Con España o contra España. Eso se vota en Soria, Ávila, Segovia, Zamora, Valladolid, Salamanca, Palencia, Burgos y León: si ustedes se dejan engañar, nos engañan un poco a todos. La otra opción es empezar a salvarnos.