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Cosas que pasanAlfonso Ussía

Héroes separatistas

La gran esperanza del separatismo catalán de Aragonès es que al menos su República supere los quince segundos, lo que supondría un aceptable dato histórico de potencia independiente

Actualizada 02:09

El separatismo también cuenta en sus anales históricos con héroes inmortales. En la tarde del 23 de febrero de 1981, una canoa partió del muelle de San Sebastián rumbo a Hendaya. Entre los navegantes, un famoso portero del Athletic de Bilbao y la Selección Española. Superada la bocana del puerto de Pasajes, la costa no ofrece refugio alguno. En la cuerda del Jaizquíbel, las torres de los balleneros. Se trata de una franja costera de alto riesgo si la navegación se desarrolla a pocos metros de la rompiente. Y así lo estimó una patrullera de la Armada Española, que hizo sonar la sirena y se dirigió al barco que navegaba con riesgo rumbo a Francia. Con megáfonos les ordenaron anchar su singladura y escapar de los bajos rocosos. Los navegantes creyeron que iban a ser detenidos cuando, en realidad, lo que pretendían los marinos y marineros de la Armada era impedir su seguro naufragio. Al llegar hasta ellos, los héroes se hallaban todos en cubierta con los brazos alzados en señal de rendición. El comandante de la patrullera dominó la risa, y les soltó un regaño por su imprudencia. «Media milla más y se van al fondo. Sepárense de la costa un par de millas, y sigan su rumbo». Y gracias a nuestros marinos –que también eran los suyos–, pudieron arribar a Hendaya y escapar de quienes no les perseguían.

Por los túneles subterráneos de las cloacas barcelonesas huyó el Consejero de Interior de la recién proclamada República Catalana en 1934 por el heroico responsable de miles de ejecuciones de catalanes Luis Companys. Previamente, en 1931, proclamó la misma independencia el presidente Maciá. Companys y su Gobierno fueron encarcelados, y el último que se incorporó a chirona fue el consejero que huyó por las cloacas mientras, en la superficie, los Mozos de Escuadra entregaban sus armas a la Guardia Civil, que no disparó ni un tiro para conseguir tan loable propósito. Las Repúblicas Catalanas, y es un dato histórico y no la conclusión de un chiste, han tenido menos vigencia que el Tratado de Respeto Fronterizo Indio-Noruego, que no tuvo vigencia alguna por un impedimento geográfico. Entre Noruega y la India no hay fronteras.

Y reciente está la huida, escondido en un maletero, del vibrante Puigdemont después de proclamar su República Catalana de siete segundos de duración. La gran esperanza del separatismo catalán de Aragonès es que al menos su República supere los quince segundos, lo que supondría un aceptable dato histórico de potencia independiente.

Un reconocido y autoproclamado independentista catalán, el férreo y bravo Guardiola, y me refiero al exfutbolista de la Selección Española y entrenador del F.C. Barcelona, Bayern de Munich y Manchester City y no al cantante y autor de «Di, Papá», pedaleaba días atrás sobre una bicicleta por Manchester. Lo narra con divertida precisión Ignacio Ruiz-Quintano en ABC. A un centenar de metros, un inmigrante pedaleaba con más ímpetu con el fin de alcanzarlo. Guardiola dobló su esfuerzo y el inmigrante lo triplicó. Como buen independentista, y para no quebrar la heroicidad innata de su estirpe, Guardiola, con el rostro demudado, se detuvo y le entregó al inmigrante su bicicleta. Todo menos luchar por su propiedad rodante. El inmigrante no aceptó la entrega. Su pretensión no era robarle la bicicleta a Guardiola, sino pedirle un autógrafo. Un bello episodio de la confusión gastrointestinal.

Generalizar está feo. Pero se precisa un nuevo ímpetu guerrero en el independentismo catalán, que sólo resume su enfado en su obsesión antiespañola. No me afecta como español –y compatriota– su bravucón proceder, sino su antipática actitud. Alguien se preguntó: «¿Cuáles son los cinco libros más cortos del mundo?». Y uno que pasaba por allí, respondió:

«Ética Judía en los Negocios», «La Historia Completa del Humor Alemán», «Grandes Amantes Finlandeses», «Aristócratas de Puerto Rico» y « Hechos Heroicos del Independentismo Catalán».

Se pueden adquirir los cinco, con descuento, a través de Orinocon, la competencia de Amazon.

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