Necesitamos un Feijóo liberal

Con estos presupuestos populistas que son pan para hoy –para algunos– y hambre para mañana –para todos–, me temo que la España de 2024 va a ser un erial, aunque el Banco de España se desgañite advirtiéndolo. Con toda la ingeniería social que este Gobierno socialcomunista ha puesto en marcha, incluido el bodrio legal de la Memoria Democrática, cuyo recurso de inconstitucionalidad ya debería estar presentándolo el PP o Vox, la convivencia entre los nacionales de esta tierra se va a crispar cada día un poco más, a pesar de la artificialidad del asunto. Con esta inflación que hace más pobres a los pobres y a la clase media; con la energía por las nubes y las hipotecas volviéndose impagables para un buen número de ciudadanos; con la fiscalidad más confiscatoria de la historia de la España reciente… Con semejante panorama, la solución no va a ser más socialdemocracia, aunque venga de las filas del PP. Solo hay una solución posible: más liberalismo, más libertad, menos leyes coercitivas que hasta se atreven a penalizar lo que se lee o se piensa. Más libertad es la regla de oro que debe imponerse en el mundo que llamamos civilizado. No se pueden sostener leyes que enseñan a nuestros hijos a pensar de una sola manera o gobiernos que tratan de asustarnos por pensar de manera diferente a «ellos». Tenemos en nuestras manos que «ellos» no sigan coartando nuestras vidas con su empeño por controlar lo que decimos, pensamos, hacemos, gastamos, ganamos… Insisto, solo hay una receta para los próximos tiempos: ampliar los espacios de libertad. De ello debe percatarse el único político que ahora mismo en España cuenta con la posibilidad de sustituir al actual inquilino de la Moncloa: Alberto Núñez Feijóo.