«Aquí no se ha acabado nada»

Es que no nos damos cuenta de lo que tenemos ante nosotros. Tienen una visión política sin parangón que algunos no somos capaces ni de atisbar. Corría la mitad de la década de 2010 y Antonio Vázquez, presidente que había sido de Iberia y que en ese momento lo era de International Airlines Group, la matriz de British Airways e Iberia –entre otras– recibió a los máximos representantes de un grupo español. El consejero delegado de esa firma, que debía saber de la política británica mucho más que Vázquez, presidente de una firma multinacional mayoritariamente británica, explicó a Vázquez cómo el gran genio de la política continental, el hombre sobre cuyos hombros debía pesar el futuro de la Unión Europea, el único que tenía una idea clara de lo que había que hacer, era David Cameron, el genio que había aceptado la celebración de un referendo sobre la independencia de Escocia y que lo había ganado, con el agua al cuello, gracias al socorro que le ofreció su predecesor laborista –y escocés– Gordon Brown.

Huelga decir que semanas después el referendo del Brexit, que Cameron decidió convocar por razones internas del Partido Conservador, se llevó por delante a esta lumbrera de la cristiandad. Cada vez que Vázquez se encontraba con los otros interlocutores de aquel almuerzo se regocijaba recordando en qué manos tenían la compañía. Dejémoslo ahí porque hoy estamos en otra cosa y sólo quiero hacer una comparación con otro referendo.

Ya el 6 de noviembre de 2021, el ministro Félix Bolaños hizo declaraciones, recogidas por La Vanguardia, en las que afirmaba taxativamente que «el proceso soberanista está terminado» y gracias a ello se está abriendo en Cataluña la «etapa de las soluciones» con una relación «institucional» y de colaboración entre ambos gobiernos y «que transita por el orden constitucional». Un profeta. Pero los que se imaginan la realidad como a ellos les gustaría que fuese, suelen mantenerse tercos en la misma posición. Así que el pasado 9 de enero, hace apenas 20 días, La Vanguardia se veía forzada a arrancar una crónica sobre el mismo asunto así: «El Gobierno central reitera que el procés ha terminado», aunque el Consell per la República, la Assembla Nacional Catalana y Òmnium Cultural hayan convocado protestas en Barcelona el próximo 19 de enero con motivo de la cumbre España-Francia al más alto nivel. Así lo aseguró ayer el ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, después de que trascendiera que las principales organizaciones independentistas preparan concentraciones para expresar su rechazo a la presencia de los dirigentes de ambos países en la capital catalana, en la que se rubricará un tratado de Amistad y Cooperación Reforzada entre ambos países». Es decir, que Bolaños, el verdadero portavoz de Sánchez, nos dice que el procés se ha acabado y los arriba enumerados organismos subversivos han convocado para mañana una manifestación contra la cumbre hispanofrancesa en Barcelona, en la que se va a invitar a la foto al presidente de la Generalidad. Y el lema de esa manifestación es nada menos que «Aquí no se ha acabado nada». Sólo falta que a los independentistas catalanes se les ocurra convocar como mediador a David Cameron. O no, les iría todavía mejor si su pacificador fuera el consejero delegado que explicó a Vázquez el brillante futuro político que esperaba a Cameron. Para qué andarse con chiquitas. Estando en las manos que estamos, no paramos de mejorar.