'España, la primera globalización'
Somos el único país de Occidente cuyos nacionales, cuando escuchan un ataque frontal a su historia, empiezan por dar un paso atrás, mirar para otro lado, y para cuando quieres empezar a disparar los misiles transoceánicos con los que puedes defenderte sobradamente, el enemigo está ya en la segunda oleada de su ofensiva
Vivimos tiempos frenéticos. Hace más de un año que se estrenó por diferentes canales una obra maestra que debería ser de visión obligatoria para todos los alumnos de enseñanza secundaria en España. Pero, que, en los tiempos que corren, es considerada dinamita ideológica que debe ser cuidadosamente apartada de nadie a quien le pueda influir lo más mínimo en su pensamiento. Es decir, debe ser ocultada a cuantos más mejor.
La obra, bastante conocida, se llama España, la primera globalización y está dirigida por José Luis López-Linares, probablemente el mejor documentalista español vivo. López-Linares y un impresionante equipo de historiadores han hecho lo más sencillo, que en estos tiempos debe de ser lo más complicado: ir a las fuentes, a los mejores especialistas, y contar la historia de España en el nuevo mundo: cómo España no fue nunca a colonizar, no. Cómo los Reyes Católicos y Carlos I buscaron el aval para cruzar la Mar Oceana y establecer allí misiones que difundieron la fe, la Palabra de Dios. Algo radicalmente distinto a lo que hicieron franceses, británicos u holandeses en las tierras que iban conquistando y que convertían en verdaderas colonias, con las poblaciones autóctonas absolutamente sometidas a los pobladores llegados de la metrópoli. Lo que España crea son otras Españas.
El documental es extremadamente revelador respecto a las mentiras y la promoción de la leyenda negra y, en especial, de los muertos causados por la inquisición, que jamás se comparan con las brujas y herejes que mataron los protestantes. Lo que pasa, como muy bien se dice, es que España es el único país de Occidente cuyos nacionales, cuando escuchan un ataque frontal a su historia, empiezan por dar un paso atrás, mirar para otro lado, y para cuando quieres empezar a disparar los misiles transoceánicos con los que puedes defenderte sobradamente, el enemigo está ya en la segunda oleada de su ofensiva. La principal razón por la que se creó la leyenda negra de España era para ocultar pecados mucho más graves que existían en los países anglosajones que idearon el ataque contra España. Y este documental en el que están recogidos los grandes maestros de la Historia de España que estaban vivos en el momento de rodarlo, es demoledor con Alemania, Holanda o el Reino Unido.
Decía que vivimos tiempos frenéticos y que este documental se estrenó hace más de un año. Me han hablado de él infinidad de personas. No he encontrado un minuto par verlo hasta que el pasado viernes me pasé algo más de nueve horas en dos vuelos de Madrid a Doha y de Doha a Karachi, Pakistán, donde estoy pasando diez días. Una de las cosas que más me impresionaba era el público que me rodeaba mientras viajábamos alejándonos de lo que para mí es el territorio natural del Imperio Español. Pero al mismo tiempo yendo en dirección hacia el lugar donde arranca el documental, China. La China que, en el siglo VXI, hacia 1580 empieza a depender para su moneda de la plata que los españoles llevaban a Manila desde América.
Esa Monarquía Hispánica de los Austrias, encabezada en ese momento por Felipe II, realiza la que esta joya cinematográfica llama la primera globalización. Y a fe que lo fue. Algo que, con sólo verlo, cargas pilas. Y lo digo porque en otro nivel, puramente anecdótico, yo empecé ayer mi intento de cruzar Pakistán de sur a norte, de Karachi a Islamabad, 1.400 kilómetros, acompañando al actual jefe de la Casa de Austria, el Archiduque Carlos. Dios nos asista.