El referéndum: ¿quién cree a Sánchez?
¿Quién puede creer a Sánchez, cuando ha eliminado o rebajado los gravísimos delitos cometidos por los independentistas, cuando los ha indultado, y cuando gobierna con sus apoyos?
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, presenta el enésimo plan de referéndum independentista, y el mismo Gobierno que ha cedido a todos los chantajes de ERC pretende hacernos creer que ahora sí se van a poner firmes con sus socios. Que no habrá referéndum mientras Sánchez sea presidente, lo que tiene la misma credibilidad que aquello de no poder dormir con Podemos en el Gobierno. Sobre todo, cuando tenemos en cuenta que Sánchez difícilmente volverá a ser presidente sin los apoyos precisamente de los que le exigen el referéndum.
Tal como pintan las encuestas, es improbable que Sánchez repita como presidente, por mucho que le sigan apoyando los independentistas. Pero sus limitadas opciones pasan indefectiblemente por ellos, por la extrema izquierda y por los nacionalistas. La alternativa no es, como dijo Sánchez, «entre el PSOE y lo de Yolanda y la derecha y la ultraderecha». La alternativa de lo que Errejón llama el pueblo progresista español (Sic) es «el PSOE, lo de Yolanda, lo de Iglesias y todos los nacionalistas», es decir, lo que hay ahora mismo en el poder. No por mucho ocultar la palabra comunismo y la palabra independentismo desaparece la realidad de este Gobierno y del que puede venir, si Sánchez suma. «Lo de Yolanda» se llama comunismo o ultraizquierda, aunque el PSOE, y la propia Yolanda, quiera ocultar la palabra comunismo. Y luego está lo de ERC y demás ultras del nacionalismo, que no solo le facilitaron la moción de censura a Sánchez en 2018, sino que le han sostenido desde entonces, y lo seguirán haciendo, a cambio de nuevas cesiones, por supuesto.
¿Quién puede creer a Sánchez, cuando ha eliminado o rebajado los gravísimos delitos cometidos por los independentistas, cuando los ha indultado, y cuando gobierna con sus apoyos? ¿Quién puede creer que Sánchez sacrificará su poder para defender la Constitución y la unidad de la nación, si los nacionalistas le ponen en ese dilema? Ni los hechos ni el discurso avalan la más mínima credibilidad del líder del PSOE. No solo los hechos de la eliminación de la sedición, la rebaja de la malversación y los indultos, sino también los hechos de esa Mesa de Diálogo que el Gobierno montó hace tiempo con el objetivo de contentar a los independentistas catalanes. O los hechos de mirar hacia otro lado en todos los ataques a la libertad y al pluralismo en Cataluña.
Pero luego está el discurso socialista, tan grave como todo lo anterior. Ese que ha acusado reiteradamente al PP de provocar el golpe de 2017, por no haber negociado con los golpistas, y que alardea también de haber arreglado el conflicto catalán con los pactos con los independentistas. Discurso según el cual el PSOE se dispone a seguir solucionando el problema catalán con más cesiones a los independentistas, que es la fórmula mágica de la que vienen presumiendo desde la moción de censura de 2018. Dado que ya les han cedido todo lo exigido hasta ahora, les queda solo una bala en la recámara de cara a una nueva posible investidura de Sánchez: el referéndum. Y con el entusiasmo de los otros socios, lo de Yolanda y lo de Iglesias, tan favorables a ello como los propios nacionalistas. ¿Alguien cree que Sánchez no la usará?