El racismo catalán
La Corporación Catalana de Medios Audiovisuales tiene ocho canales de televisión. Su equivalente chino, el China Media Group, tiene también ocho canales. Cataluña tiene 7.783.302 habitantes y 32.106,5 kilómetros cuadrados. China tiene 1.425.671.300 habitantes y 9.596.960 kilómetros cuadrados.
Esta semana hemos vivido infinidad de críticas a la parodia insultante que se ha hecho en TV3 a la Semana Santa sevillana y a la Virgen del Rocío. Hasta el punto de provocar una declaración pública del episcopado catalán agrupado en la llamada Conferencia Episcopal Tarraconense. Declaración en defensa de las creencias de los católicos andaluces y de sus tradiciones culturales. No de forma explícita, pero sí de forma más que implícita estos obispos encabezados por el cardenal Omeya han hecho crítica a la mayor máquina de propaganda del independentismo de la que no recuerdo precedente.
Que la dirección de esa cadena permita un programa así demuestra el profundo racismo que está arraigado entre el independentismo catalán. Tampoco tiene mucho de extraño que la mayoría de los independentistas dentro de las democracias contemporáneas tengan algo de racistas. Yo puedo entender que las víctimas de una dictadura promuevan una causa independentista si la pueden justificar basándose en la más mínima diferenciación cultural o étnica. Buscan la libertad. Pero en una democracia no hay justificación posible y por ello se acaban dando casos de racismo como el que ahora vemos y contra una región española que ha dado la mayor riqueza cultural y política a España, como bien recordaba en estas páginas Alfonso Ussía en su columna «Granujas y Andalucía».
Esta TV3 vocero del racismo es una cadena de televisión que no alteró su línea editorial ni durante la intervención de la Generalidad por el Gobierno de Mariano Rajoy. Pero no seamos hipócritas y le culpemos por ello. Aquella actuación del Gobierno era de una gravedad tal que Rajoy quiso tomar todas las medidas que se ejecutaran por consenso con el PSOE. Y el PSOE de Sánchez no estaba dispuesto a realizar esa intervención. A estas alturas no puede sorprender a nadie, pero entonces todavía estábamos algunos un poco en la luna de Valencia y Sánchez seguía mintiendo descaradamente sobre su relación con el independentismo e incluso votó a favor de la imposición del artículo 155 de la Constitución.
No está de menos recordar un par de datos de lo que representa el grupo de comunicación de la Generalidad llamado TV3, oficialmente Corporación Catalana de Medios Audiovisuales. Esta corporación tiene una división de televisión y otra de radio. La primera, Televisión de Cataluña tiene ocho canales de televisión: TV3, El 33, 3/24, Esport3, SX3, TV3CAT, TV3HD, y Bon Dia TV que emite en la red. Ocho canales, ocho. La Corporación nos va a costar a todos los españoles este año 336 millones de euros. Además de las ocho cadenas de la corporación, en Cataluña hay múltiples otras cadenas televisivas, alguna de ellas propiedad de empresas catalanas, como A3Media.
La República Popular China tiene un equivalente a la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales que se llama el China Media Group. Emiten en todo el país. Tienen ocho canales de televisión. En China no emite ninguna otra cadena aparte de estas de propiedad estatal. No sabemos el coste de ese grupo de televisión porque en la dictadura China todavía hay menos transparencia que en España.
Cataluña tiene 7.783.302 habitantes y 32.106,5 kilómetros cuadrados. La República Popular China tiene 1.425.671.300 habitantes y 9.596.960 kilómetros cuadrados.
No tengo más que añadir.