Infantino
La orden de alejamiento entre dos españoles la dicta un juez español, no él
Resulta problemático. Hay que cambiar el sistema y conseguir, de común acuerdo con los dos partidos políticos más votados de España, que el nuevo presidente del Gobierno sea Infantino, el de la FIFA. Me recuerda a la intromisión en los poderes del presidente De Gaulle del Jefe del Estado Español, el general Franco. La noticia, publicada por el diario Arriba y comentada por Evaristo Acevedo en la «Comisaría de Papel» de La Codorniz demuestra el intento de bloquear los contactos internacionales de De Gaulle por parte de Franco. Dice así la noticia: «Su Excelencia el Jefe del Estado, Generalísimo Franco, ha invitado al presidente de Filipinas, Diosdado Macapagal, a visitar oficialmente Francia». Se dice que al leer la noticia, De Gaulle no pudo concluir su desayuno, montó en cólera y ordenó a su embajador en Madrid que viajara a París para darle cuenta de los propósitos de Franco. Cuando el embajador le explicó que se trataba de una errata periodística, De Gaulle se tranquilizó y las buenas relaciones entre las dos naciones hermanas se recuperaron sin problemas.
Por una discusión de herencias, dos primos de la antigua nobleza, el conde de Covanera Alta y el marqués de Campoaltivo, dejaron de tratarse. El marqués de Campoaltivo deseaba heredar de su tío, el conde de la Aguzadera, su precioso campo «La Alcornoquera», dada su afición a la caza y a la nula disposición de su primo Covanera Alta de moverse de Madrid. Se trataba de un conde tan profundamente madrileño, que nació en Madrid, jamás se desplazó más allá de los límites de la Capital y falleció en Madrid por un inesperado y forzado episodio vascular. Pero heredó de su tío la finca. Covanera Alta era de la cofradía del puño, un tacaño de órdago, y su primo Campoaltivo ordenó imprimir en la Papelería Muñagorri de la calle de Serrano mil invitaciones con el siguiente texto: «El Conde de Covanera Alta tiene el honor de invitar a ---- a la cena con baile que tendrá lugar en su casa para celebrar el haber heredado injusta y sorprendentemente la finca 'La Alcornoquera'. La cena-baile será el próximo día 7 de junio a las 20.30 horas y se ruega puntualidad».
Al conocer los hechos, Covanera Alta falleció de un infarto, quedando como único y soberano heredero del tío el marqués de Campoaltivo. ¿Se puede considerar suplantación de personalidad la acción del primo campero? Sí. Pero no sucedió nada. Y Campoaltivo disfrutó de «La Alcornoquera» hasta su fallecimiento.
El presidente de la FIFA, Infantino, que tiene en su poder todo el expediente judicial referente al soborno de un importante club español durante veinte años a determinados árbitros, no ha adoptado medida cautelar contra ese club y le ha permitido, con su colega Ceferin de la UEFA, competir en la Liga de Campeones. No obstante, por la chorrada del pico consentido por Jenni Hermoso del ordinario, grosero e impresentable Rubiales, ha suspendido cautelarmente al presidente de la RFEF durante 90 días. Tiene competencia para ello y nada hay que objetar. Sí, en cambio, que le haya prohibido contactar con Jenni Hermoso durante los tres meses de sanción... Yo me pregunto, si no son los jueces españoles los encargados de prohibir los contactos y establecer las medidas de alejamiento de un español acusado de abuso sexual y una española mostrada como víctima de haber soportado un pico del acosador de turno. A este paso, Infantino, si se entera de mi existencia, es capaz de retirarme el carné de conducir y darme de baja de los clubes de los que soy miembro. O de dirigirse a la RENFE para que no me vendan billetes de tren. O de mandarme a sus sobrinos a pasar una temporada en mi casa. La orden de alejamiento entre dos españoles la dicta un juez español, no Infantino. En el fútbol español hay un caso extremadamente grave que a Infantino no le preocupa. Esa orden de alejamiento, en cambio, no le corresponde, y es un insulto a nuestros jueces.
Claro, que de un tipo que se viste con traje, corbata y playeras blancas, se puede esperar cualquier cosa.