Fundado en 1910
Cosas que pasanAlfonso Ussía

Carta de la humillación

Varias veces, a lo largo de los tres años que llevamos casados, he tratado de hablarte de este asunto, pero como siempre te enfadas y acaloras cuando lo hago, te lo dejo por escrito

Actualizada 10:51

Guardo toda la correspondencia interesante que he recibido durante mi larga vida. Decenas de miles de papeles. Guardados, que no archivados, motivo que me impide encontrar lo que busco. Pero siempre me topo con una sorpresa. Con su preciosa grafía, y en unos papeles timbrados del Hotel Formentor, me encuentro un manuscrito de Antonio Mingote. Ignoro si su contenido es de su autoría o no. La letra es la suya, si bien sustituye su identidad en la firma por la de un tal Robustiano. Nada, un día que estaba aburrido de tanta playa y se refugió en el aire acondicionado de su habitación para entretenerse. La carta de Robustiano está dirigida a su mujer, una tal Pepita, a la que Robustiano amaba apasionadamente sin ser del todo correspondido. Escribe Mingote:

Una persona escribe una carta a su mujer que aparece sobrepuesta en la imagen

RobustianoBarca

«Querida Pepita, amada esposa mía:

Varias veces, a lo largo de los tres años que llevamos casados, he tratado de hablarte de este asunto, pero como siempre te enfadas y acaloras cuando lo hago, te lo dejo por escrito.

Durante el último año lo he pasado muy mal. He intentado cumplir con mis obligaciones –y deseos–, matrimoniales para contigo los 365 días del año. Y sólo lo he conseguido en 29 ocasiones. Las razones que me planteaste para no hacerlo fueron las siguientes:

Que se despertaba la niña: 11
Hacia calor: 16
Hacía frío: 14
Estabas cansada: 13
Estabas muy cansada: 8
Estabas agotada: 3
Era muy tarde: 10
Era muy temprano y a deshora: 7
Te hiciste la dormida: 13
Estabas realmente dormida: 18
Tenías la digestión pesada: 10
Dolor de cabeza: 19
Dolor de espalda: 12
Dolor de muelas: 11
Estabas rezando: 14
No estabas de humor: 15
Estabas triste por la muerte de tu tía: 8
La niña se había despertado y lloraba: 12
Habías ido a la peluquería: 14
Tenías que madrugar al día siguiente: 19
Te habías confesado y cumplías la penitencia: 24
Estabas con tus cosas: 65
Total: 336
De las 29 restantes, no pude terminar en catorce ocasiones porque,
Me pediste dinero para compras en pleno acto: 3
Te dio un calambre en una pierna: 8
Me dijiste que había que pintar el techo: 2
Te molestó un mosquito y tuve que matarlo: 1
Total: 14
De las 15 veces que me dejaste terminar,

​Me dijiste que me diera prisa y terminara ya: 8
Tuve que despertarte al terminar: 6
Creí que te habías hecho daño porque te moviste: 1
Cada día te quiero más. Tu marido que te ama

Robustiano.

​Ignoro si hoy nos tomarían por tontos. Pero nos reímos una barbaridad.
comentarios

Más de Alfonso Ussía

  • Cursis del lenguaje

  • Godocito

  • Del jinxed al hoodoo

  • La soledad del Rey

  • Fábula del batutas

  • tracking