Ser político profesional

En la primera declaración de Alberto Nuñez Feijóo, en la COPE, ha dicho algo que me parece muy sensato, aunque merece ser ampliado, y es lo siguiente: «Yo creo profundamente que los políticos tienen que tener experiencia de gestión». Me parece perfecto pero, para que fuera pluscuamperfecto, yo añadiría la siguiente coletilla... «y con experiencia previa en el mundo laboral» porque, vamos a ver, si un político no ha tenido, antes de entrar en la política ostentando cargos orgánicos y de representación, una previa experiencia en el mundo real de la sociedad, bien trabajando por cuenta propia o por cuenta ajena, levantándose a las 7 de la mañana como muy tarde y con su horario laboral de 8 horas diarias, de lunes a viernes, la pregunta sería la siguiente, ¿y cómo pueden demostrar su capacidad, con méritos suficientes, para llevar adelante una alta responsabilidad en la vida pública? Pensemos en la mayoría de los cargos intermedios, es decir, sin llegar a ser presidente del Gobierno, de una comunidad autónoma o alcalde de una ciudad o pueblo, que llevan, desde su militancia en las respectivas organizaciones juveniles de los partidos, trabajando a costa del partido de turno y sin ninguna vida laboral seria, por ejemplo, con más de 10 años de acreditada profesionalidad. ¿Podemos estar tranquilos que saben lo que tienen en sus manos? Evidentemente, no.