Cartas al director
Falta de educación
Las faltas de educación están siendo moneda de cambio de políticos o afines a ellos, sin que la vergüenza asome a sus rostros ya pétreos. Veamos algunos casos. El doctor Simón vuelve a las andadas. Si hace dos años dijo que «sólo una o dos personas tendrían covid», hoy comete una temeridad, al manifestar que la «viruela del mono no tendría que afectar mucho a España». Cállese, doctor Simón. Sus irresponsables palabras son siempre contrarias a la realidad. En el primer caso, más de 100.000 personas han fallecido de covid, así que no está en posición alguna de emitir filipicas tranquilizadoras. Usted no. Otro caso: Elías Bendodo habla de «nacionalidad catalana». Mal dicho, Sr. Bendodo, no es tan difícil de entender. Mi nacionalidad es la española, mi comunidad es la gallega, y me siento ciudadana europea... ¿Por qué pervierten ustedes una realidad que no es difícil de asimilar? Así que ni Cataluña es nación, ni el País Vasco tampoco, son dos de las diecisiete comunidades autónomas que conforman el Estado español. Otro que me enerva es Pedro, llamando «piolines» a Guardias Civiles y Policías nacionales. Mire, Sr. Sánchez, pase que tenga simpatías por nacionalistas o filoterroristas, pero no toleramos los ciudadanos de bien que insulten a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, que protegen y velan por la seguridad de España. Ni piolines, ni azraeles, ni Toms ni Jerrys, son policías y guardias civiles que merecen el respeto y la decencia que usted desprecia. El último es el Sr. Echenique. Mire, señor mío, no le llega ni a la suela del zapato de Don Juan Carlos. Puede ir y venir de donde quiera. No tiene causas pendientes y el bochorno de su exilio debe finalizar de manera inmediata. Su resentimiento y parquedad hacia la Monarquía es ya muy aburrido. Es hora de que vuelva de donde no tuvo que irse. Sean respetuosos con una institución muy valorada en España, porque de irresponsables ya estamos cumplidos en el día de hoy.