Presidente Sánchez, toda la Constitución incumplida

Los cimientos de la Constitución están en su Título Preliminar, de tal forma que, si se infringen esos artículos, los 160 restantes se derrumban. Pues bien, Sánchez ha incumplido el artículo 1, toda vez que nombró ministros que no aceptan la monarquía parlamentaria y decretó la alarma vulnerando nuestra libertad; ha incumplido el artículo 2, toda vez que indultó a los atacantes de la indisoluble unidad de la nación española; ha incumplido el artículo 3, toda vez que no hace cumplir las sentencias que obligan a que los niños españoles puedan usar el castellano; ha incumplido el artículo 4, toda vez que no ha presentado queja al ver la bandera bocabajo y en señal de rendición; ha incumplido el artículo 5, toda vez que ha iniciado un proceso para sacar de Madrid las instituciones centrales; ha incumplido el artículo 6, toda vez que trata al PP y a Vox, principales partidos políticos de la oposición, como expresión contraria a la democracia; ha incumplido el artículo 7, toda vez que, con grandes subvenciones, los sindicatos han aceptado una reforma laboral que deja desplumados a los trabajadores; ha incumplido el artículo 8, pues como jefe del Ejército indulta a los que atacan la integridad territorial y el orden constitucional; y ha incumplido el artículo 9, pues declaró la alarma sin sujetarse al ordenamiento jurídico, propone normas con retroactividad desfavorable, elabora otras sin dejar participar a los ciudadanos y vulnera la seguridad jurídica, mediante el dictado de cientos de decretazos e impidiendo, desde hace un año, que se cubran las bajas en el Tribunal Supremo. Va de suyo que, siendo notorio el entero incumplimiento del Título Preliminar, los 160 artículos restante de la Constitución caen fulminados, muy especialmente los relativos a los derechos y libertades fundamentales. La prueba más reciente la tenemos en la visita a España del Rey Don Juan Carlos I, al cual, desde el Gobierno y las Cortes, se le ha dado un trato degradante e inhumano, se le ha dañado el honor, se le ha mermado la libertad de circulación y de expresión, el derecho de reunión y, por supuesto, se le ha destrozado el derecho a la tutela judicial, sustituida por «sentencias» de diputados rufianescos, chulos y muy graciosos. Aturdidos todos ante el comportamiento del presidente del Gobierno, la oposición ya ni tan siquiera intenta dar oxígeno, con el boca a boca de la moción de censura, a nuestra moribunda democracia, pendiente de una intervención a vida o muerte, que durará once horas. Será el próximo día 19 de junio, en Andalucía. Y sin anestesia. Que Dios reparta suerte.