Cartas al director
Spain is different
Quizás todavía no se crea que ha conseguido ser presidente del Gobierno español, con su cara crispada y la ambición y soberbia reflejada en su mirada de iluminado sectario. El gravísimo problema de Cataluña, con un separatismo cada día más enconado, atrevido y violento, sin que se le ponga ningún freno legal y constitucional, parece que se solucionará pactando con los que afirman que «España le importa un comino». El separatismo vasco, que parecía agazapado a base de inyecciones de dinero, en detrimento de las regiones españolas más dóciles, se ha instalado en el monte, pidiendo más y más para alejar el fantasma de Sabino Arana instalado en la República de Euskadi. Parece que, hasta la fecha, el principal logro del inefable Sánchez ha sido sacar el odiado cadáver de Franco del Valle de los Caídos, aunque siga en las mentes sectarias de una izquierda necrófila. Estamos ya en otra crisis económica, tenemos la evidencia del aumento del paro, oímos el cacareo continuo de que no hay dinero para las pensiones, aumentan las injusticias y las desigualdades sociales, y tenemos también la palpable demostración del despilfarro del gasto y malgasto público. Pues nada, ha llegado la panacea, la solución definitiva, el gobierno progresista, el del maloliente aliento comunista impregnando su odio a España y al Rey. Pero don Pedro está tranquilo, «ande yo Presidente y ríase la gente». Dicho en inglés: Spain is different. Y en cuanto al entreguismo y sumisión de los paniaguados del Partido Socialista Obrero Español, hay que aplicarles aquello de «desgraciaito el que come el pan por manita ajena, siempre mirando a la cara, si la ponen mala o güena».