La aventura de leer y releer

Ha dicho Fernando García de Cortázar que entró casi de niño en los Episodios Nacionales galdosianos y saldrá sólo cuando se muera. Otro tanto me ocurre a mí, en especial con esa monumental obra, y con mis escritores preferidos. Los cuarenta y seis libros que componen esos Episodios son como acogedoras casas, donde sales y entras, pero siempre estás ahí, a cubierto de las inclemencias de la vida. Lees y relees, porque estás a gusto recorriendo el siglo XIX de España, que Galdós plasmó como nadie; incluso observamos, atónitos, cómo muchos de los defectos, carencias, virtudes, o situaciones de enfrentamientos y unión de los españoles siguen vigentes en el presente siglo. Mucho y bueno hay que decir de la magistral La Regenta, con la que recorremos, una y otra vez, una ciudad provinciana, decimonónica y levítica, como es la Vetusta de Clarín, y sufrimos y nos deleitamos con sus personajes enclavados en una realidad, que quizás se ha desteñido y amarilleado, pero que aún reconocemos en las pasiones, envidias y rencillas de muchos lugares de España. También atravesamos, año tras año, la realidad idealizada, castiza y alucinada del Quijote, su profundidad y humor inteligente e, incluso, en situaciones violentas y sarcásticas de la gran obra cervantina reconocemos el carácter español. La aventura de leer y releer, para quitarnos de encima las telarañas negras de la actualidad acuciante y seguir sembrando la semilla de la esperanza y la creencia en el ser humano.