Cartas al director
A dónde tiene que llegar
Aborregados, anestesiados, hipnotizados por un demagogo alucinado, por un vendedor de crecepelos milagrosos, un encantador de serpientes sectarias. Todavía tiene fe una gran parte de la ciudadanía en la soberbia, la mentira, la ineficacia, el derroche y la egolatría de un líder con unos andares de pasarela de moda? ¿A cuánto se tiene que poner la gasolina, a 3, 4 euros? ¿La docena de huevos a 12 euros? ¿A dónde tiene que llegar el esquilmo de los bolsillos de los pobrecitos españoles? Españoles de una patria en descomposición, tal vez vendida a ambiciones satánicas y secretos misteriosos.
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