Moción de censura

El artículo 113.1 de la Constitución Española dice: «El Congreso de los Diputados puede exigir la responsabilidad política del Gobierno mediante la adopción por mayoría absoluta de la moción de censura».

La moción de censura, en buena lógica, es solicitada por la oposición al Gobierno de turno, y normalmente ante un episodio de crisis política que haya provocado la pérdida del respaldo mayoritario a las gestiones del Gobierno.

En la actualidad, en España, andamos un tanto descentrados y divididos ante la posible moción de censura que se le pueda hacer al Gobierno socialcomunista del señor Sánchez. Esta división de opinión, admisible en toda democracia, se produce entre los partidos de derecha, y dentro de estos, también entre sus votantes. Unos opinan que son prosélitos de que es el momento de que el líder de la oposición, el señor Feijóo, ejerza ya el derecho de censura que la Constitución le otorga. Los partidarios de la moción de censura sustentan su decisión alegando múltiples razones; algunas, fuera de toda lógica.

Particularmente, pienso que el señor Feijóo no ha de encabezar ni liderar ninguna moción de censura al Gobierno del señor Sánchez en estos momentos. El montarle gratis al presidente del Gobierno un show en la Cámara Baja para su exhibición que, además, sería aprovechado por él y sus socios de investidura para bombardear con descalificaciones y mentiras a la oposición y principalmente al señor Feijóo.

El señor Feijóo tiene que olvidarse de una moción de censura, que sabe de antemano que la tiene perdida, y dedicarse, de momento, hasta las elecciones autonómicas y municipales, a denunciar en el Senado y en los medios de comunicación todos los dislates que está cometiendo y cometerá el señor Sánchez y su Gobierno.