La cruda realidad de la ley del 'solo sí es sí'

Vamos a ver, en política se puede mentir una y mil veces, pero eso no significa que se pueda cambiar la realidad. El sol sale por la mañana y la luna aparece por la noche, las personas nacen y se mueren, etcétera. Pues bien, en nuestro ordenamiento jurídico penal, comenzando por la propia Constitución, cualquier penado se le aplica, siempre y en todo caso, la norma penal más favorable, por mucho que se quiera de nuevo modificar el tipo penal y las penas, a raíz de la conocida como ley del 'solo sí es sí'. O dicho de un modo coloquial, el mal está ya hecho de modo irremediable y, aunque se apruebe una reforma por la vía de urgencia, los 4.000 condenados por delitos contra la Libertad Sexual seguirán beneficiándose del estropicio que han cometido este Gobierno de coalición que se denomina «progresista», si progresismo es beneficiar a este tipo de delincuencia. Decir lo contrario, decir que con una reforma legal se puede corregir el mal cometido, es absolutamente falso, y lo saben, como sabían, por los informes preceptivos, que la ley iba a provocar lo que está provocando, reducciones de condena a centenares de presos por delito de violación y los demás tipificados contra la libertad sexual de las personas. Las víctimas lo tienen que saber. No hay modo alguno, jurídicamente, de corregir este tremendo error que ha dejado en la estacada a centenares, si no miles, de mujeres indefensas, por culpa de este nueva modalidad de feminismo que le encanta beneficiar y sacar de las cárceles a los violadores y agresores sexuales. Es así de sencillo. En definitiva, «sí que han metido la pata». Y punto en boca, mentirosos y canallas, que en vuestra conciencia quedará el sufrimiento sobrevenido de tantas víctimas indefensas. Ya vale.