Cartas al director
Parque Nacional de Doñana
El conflicto generado en el entorno de Doñana a consecuencia del plan de regadío, se ha politizado al máximo dado la proximidad de las elecciones autonómicas andaluzas.
El tema pienso que está muy claro y creo que no admite discusión. La preservación del parque nacional de Doñana está por encima de cualquier polémica, y por tanto tiene prioridad absoluta. Doñana es un patrimonio intocable de toda la humanidad; lugar de extraordinaria importancia en nuestro planeta, y que todas debemos cuidar.
Dicho lo anterior, la propuesta de la Junta de Andalucía, con el señor Moreno a la cabeza, es trasvasar agua en superficie de los ríos Tinto, Odiel y Piedras a la zona afectada, pretendiendo de este modo acabar con el uso y abuso del acuífero protegido y, de paso, ayudar con dicho trasvase a impulsar la economía de la comarca, sin que el agua se extraiga del parque; propuesta que seguramente puede ser mejorable con posibles cambios en un debate de expertos en la materia.
Lo que no entiendo es la postura del Gobierno del señor Sánchez. Pienso que no han escuchado ni estudiado nada de la propuesta de la Junta de Andalucía, se has limitado solamente a atacarla, y después de casi cuatro décadas de gobierno en Andalucía, haciendo la vista gorda sobre estos asuntos de Doñana, don Pedro Sánchez y su Gobierno aprovechen el momento para proclamar ahora que Doñana «no se toca». ¿Qué es lo que no se toca señor Sánchez? ¿Su estancia veraniega en el palacio de las Marismillas? Sin más comentarios.