Antonio Gala o el escritor total: In memoriam (1930-2023)

En la ciudad califal se ha marchado para siempre a los 93 años uno de los autores más polifacéticos y polivalentes de la literatura del siglo XX: Antonio Gala, autor de poesía, teatro y novela, supo darle a cada género la dimensión que en esa coyuntura necesitaba. Si en la obra de teatro Anillos para una dama (1973) daba un giro copernicano a la historia del Cid construyendo un relato teatral desde la perspectiva de la mujer del héroe de Castilla, supo en poesía elevar a Córdoba, tierra de la que se enamoró y de donde él mismo afirmaba que se sentía, a temática de su poemario Poemas cordobeses (1994).

Ya en la década de los noventa, obras como El manuscrito carmesí (Premio Planeta 1990), La pasión turca (1993) o Más allá del jardín (1995), cuya adaptación cinematográfica protagonizó una descomunal Concha Velasco, lo elevaron a la categoría de escritor total.

De carácter «sui géneris», Ana Padilla, profesora de Literatura Española en la Universidad de Córdoba –quien me formó en este autor y en sus textos– y amiga íntima del escritor, contaba siempre como anécdota lo supersticioso que era y el afán de coleccionar bastones que tenía. Ahora que se ha ido, su nombre queda escrito en la Historia de la literatura española como uno de los grandes humanistas e intelectuales del siglo XX que quienes somos hijos del siglo XXI tuvimos la suerte y el privilegio de disfrutar. Sit Tibi Terra Levis.