Lesly, el nombre de moda

Nada de teléfono móvil ni medio de comunicación alguno. Con lo puesto y sin alimentos. Corrijan el porcentaje porque seguro que no es acertado; aún así, podríamos atrevernos a decir que el 60 % de la población tendríamos serias dificultades en el caso de pérdida o desorientación en un monte cualquiera. Pongámonos en medio de 20 o 30 hectáreas. En los Ancares. Ahí sería cuando se haría urgente y necesario buscar en la memoria todo lo aprendido, tanto de nuestros mayores como de los libros, y, aún así, a saber cómo acabaría la cosa.

Recordando que el sol sale por el este, que el musgo de los troncos indica el norte, y si es de noche buscar la estrella Polar, ya me dirán en medio de esa selva con árboles de 40 metros cómo se encuentran Osas, todo esto y con buen tiempo. Ni pensarlo en caso de crudo invierno, con lluvia la mayoría de los días de más de 12 horas. Lesly, la niña colombiana y sus hermanos, el más pequeño un bebé que cumplió el año en ese periodo de tiempo, sí que podrían publicar un exitoso manual de resistencia, no el de Pedro Sánchez en la Moncloa. El Señor de los cielos fue el que les permitió mantenerse con vida y salir airosos de una odisea durante 40 días en la selva, infestada de animales salvajes, sobre todo de jaguares, serpientes y molestos mosquitos. Solo para valientes, como estos niños que pasarán a la historia, no sólo de Colombia, sino del mundo. Un nuevo milagro se ha vivido hace pocos días.