Cartas al director
Bienestar social
Siempre se ha dicho que el cuerpo aguanta todo. Pues resulta que el lenguaje, todavía más. El estado del bienestar es una muestra.
Frente al concepto de que el hombre debe ganarse su sustento y su destino, a lo largo de la vida, ha surgido una idea de que la existencia ha de ser un camino de rosas. El Estado es el encargado de procurárselo. Esta teoría da un enorme poder al Gobierno y deja sin responsabilidad ni libertad al ciudadano, que lo paga todo. Pero la realidad ha endosado dos grandes mentiras a tan buena doctrina: la pandemia y las inclemencias del tiempo. De nieve y sequía.
Resulta que la naturaleza es independiente de los humanos y los humanos dependemos de la Naturaleza. Los españoles nos hemos quedado sorprendidos primero e indignados después, porque un virus nos ha forzado a no disfrutar de la vida que se nos había prometido y el Gobierno todavía se pregunta cómo es posible que haya fuerzas que escapen a su control y no sigan sus dictados. ¿No será por no querer reconocer qué dictadura nos lo ha enviado?
Para controlar el problema han reducido a las personas a meros números, y la situación de la sociedad a dos curvas, la de los casos de contaminación y la de los fallecidos. No quieren recordar que, cada persona enferma padece y tiene una familia que también sufre. A los muertos se les diluye en una lista de números sin rostro ni historia. Lo importante para este Gobierno es cambiar las curvas. Para que sus votantes, antes de morir del virus o de hambre, le sigan votando. Han creado más confusión, dicen que tenemos un Gobierno socialista-lista-populista un nuevo desorden del idioma y el concepto: la cruda realidad dice que desgraciadamente es comunista, de ideas y pensamientos, como el virus.
Así expuesto no extrañe que la coalición leninista del retroceso proclame medidas extraordinarias como establecer que hay viejos sobrantes, lo que unido a los que ya no nacidos, sirve para acotar la vida por los dos extremos, a gusto y conveniencia de la ideología marxista. El que no produzca fuera…