Cartas al director
7 clases de españoles
Baroja dijo que en España hay siete clases de españoles, como los siete pecados capitales. «Los que no saben»; quizás haya que seguir repitiendo, para llevarlo a la práctica, el lema de Joaquín Costa, aquello de despensa y escuela; tan importante es el cultivo de la inteligencia y la sensibilidad como el alimento del cuerpo. «Los que no quieren saber», porque la ignorancia siempre es atrevida y se descansa mejor en la inopia de la incultura y la frivolidad. «Los que odian el saber», que podía ser achaque de gobernantes y políticos, por aquello de que se maneja y doblega mucho mejor a un pueblo ignorante. «Los que sufren por no saber», pero esto es dolencia de raros y anticuados. «Los que aparentan que saben», que son muchos, incluidos aquellos «pedantones al paño», de Machado, «que miran, callan, y piensan que saben, porque no beben el vino de las tabernas». «Los que triunfan sin saber» y para qué dar nombres; ya dijo alguien que cualquier español puede llegar a ser presidente de Gobierno. Y, por último, «los que viven gracias a que los demás no saben», por lo menos hasta que se descubre el pastel y salen a la luz las mentiras, la picaresca y los sobornos y las corrupciones. Don Pío podría haber hecho los comentarios anteriores, pero también los podemos hacer cualquiera de nosotros. Podría añadirse un último apartado, de candente actualidad, el de aquellos españoles, quizás los más sabios e imaginativos de todos, que inventan su propia historia para singularizarse y mirar sólo su propio ombligo con la descabellada y suicida pretensión de separarse de los demás.