¡Es tan fácil engañar a la gente!

Pasada la fiesta nacional y el consabido mal trago de Sánchez, pero obediente al mandato popular de «que te vote Chapote» se propone continuar su romance con Bildu –los de Chapote–, y la hojarasca con la que se está construyendo un bosque que no permita ver los árboles. Y en su conciencia –¿la tendrá?– ni un remordimiento a la inmoralidad que va a cometer: vender España por seguir en el sillón. Lo que eran delitos –rebelión, dijo Sánchez– ya no son tales; quienes hicieron la Constitución no sabían lo que hacían; que el que sabe y la va a arreglar es Conde Pumpido; y Puigdemont, Junqueras y Otegui son verdaderos demócratas con los que se puede construir un estado plurinacional... para lo que habrá que convocar un referéndum y ya de paso cambiar la Monarquía Parlamentaria en República Confederal. Estas ensoñaciones y otras corren por la calenturienta mente de nuestro presidente en funciones. Como diría Mix, el gato: «Es tan fácil engañar a la maestra, es tan buena..»