Huida durante la tormenta

No salimos de nuestro asombro de las actuaciones y circunstancias que rodean a Pedro I El Mentiroso. Ahora su postura es huir del país que preside, visitar países de Hispanoamérica como Brasil y Chile y hacer ocultismo, sobre la impresentable situación ante la que nos encontramos.

No da la cara en el Senado, donde tiene obligación institucional de aparecer, lleva un año ausente, no responde con información fidedigna a las preguntas de los periodistas, evade las respuestas que nos interesan a los españoles y solo sabe criticar o acusar, la opinión del Partido Popular y sus dirigentes.

¿Con qué nos sorprenderá mañana y la amnistía que quiere conceder a sus socios imprescindibles de Junts y de otros que se acogerán a la misma? Le importa, nada. Está fuera del país y será alguno de sus voceros, los que darán respuesta a las preguntas de lo acordado, con quien le apoya para mantenerse en el poder en esta ocasión.

Y la última bomba es el koldogate, donde salen salpicados ministros, altos cargos, su esposa y amigos empresarios de su entorno cercano, ¿a dónde nos llevara? ¿tendrá la hombría y la obligación de su cargo, para aclararnos a donde nos quiere llevar y cuáles son los compromisos adquiridos, a la espalda una gran mayoría de españoles?

A usted nuestro gran país, y los españoles que lo representamos, le importamos más bien poco o nada. Su único objetivo es seguir en la poltrona de la Moncloa, al precio que sea. Ya vendrán otros que resolverán el desastre al que nos está abocando.

Regrese y presente su renuncia, para que se convoquen nuevas elecciones, recibirá entonces la verdadera voluntad de este gran pueblo, decepcionado con sus actitudes y egocentrismo.