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El escándalo y la corrupción que enfanga hoy en día al partido socialista del señor Sánchez Castejón, reviste una gravedad sin precedente en la historia moderna de nuestro país.

Cada día que amanece, las noticias y los acontecimientos nos sorprenden con nuevas implicaciones en la trama Koldo. Hay que taparse la nariz para no oler tanta podredumbre, producida en plena pandemia; mientras los españoles de bien estábamos confinados y «jodidos» en nuestras casas, esta pandilla se dedicaba al negocio del pelotazo. De momento, me refiero a los señores Ábalos, Marlaska, Torres e Illa, y a la señora Armengol.

¿Es que este país, España, no puede de una vez acabar con esta podredumbre de sus gobernantes? Parece ser que robar a los españoles es una costumbre enraizada en nuestros mandatarios. ¡Hasta cuándo!

El señor presidente del Gobierno, don Pedro Sánchez, y su equipo ministerial, que me consta que son conocedores de esta podredumbre, reaccionan ante el affaire mirando para otra parte, y tildando y acusando a la oposición con el tan manoseado «y tu más».

Señor Sánchez, las aguas bajan un poco revueltas para usted últimamente, las sombras se ciernen sobre doña Begoña Gómez, su esposa, señor presidente, en la trama de corrupción del PSOE; ¡pero ojo!, no solo en la trama Koldo, medios franceses aseguran que la figura de su mujer es clave para explicar el cambio de postura de usted, señor Sánchez, con Marruecos. ¿Qué hay detrás de estas aseveraciones de los medios franceses?

De momento, sin más comentarios.