¿Qué sería de Sánchez sin Vox?

Me pregunto qué sería de Sánchez si no tuviese el apoyo de Vox y de Milei. El mitin de Vox, el enardecido discurso de Abascal y los disparates de Milei le están sirviendo para enardecer a las masas de la izquierda en el periodo electoral que conduce a los comicios europeos, para los que las encuestas no le pronosticaban resultados satisfactorios. Sánchez, sin embargo, esperaba como agua de mayo el mitin de Vox, con la asistencia de las amistades peligrosas de su líder, reforzadas con Milei y ahí le tenemos arremetiendo contra la extrema derecha, como si fuese el Guerrero del Antifaz en pendencia continua contra las hordas sarracenas. Y a todo esto, Abascal arremete contra Feijóo y Sánchez lo mismo, por lo que el líder del PP se ve en la necesidad de defender ambos flancos.

Abascal le ataca porque no sigue sus extremos consejos y Sánchez porque intenta presentarle aliado con la extrema derecha, su bandera de enganche. Y he aquí que Feijóo, con la rémora de no saber a veces de donde le viene el mayor peligro, tiene la virtud de saber que el centro es el lugar en que se sienten cómodos la mayor parte de los españoles que ven en la observancia de la Constitución el mejor futuro para la convivencia y el futuro. No obstante, en ocasiones puede que se pierda en la búsqueda del centro, como en los mítines en Cataluña al identificar desafortunadamente inmigración ilegal con la ocupación de viviendas. Escribo unos minutos antes de que Sánchez comparezca en el Congreso para 'contarnos sus cambios de opinión'. El circo va a empezar .