Cartas al director
Educación y patriotismo
Al inicio de la última sesión de las Cortes, el presidente del Gobierno lanzó una propuesta a los diputados: «Actuemos con educación y patriotismo». Algo chirriante en boca de quien viene machaconamente dando muestras sin cuento de mala educación y de antipatriotismo. Está claro que lo de la introspección y la autocrítica no es lo suyo.
¿Educación? No para de insultar, no ya a los políticos de la oposición, sino a los más de once millones que no le votan. ¿Le parece a Sánchez poca gente? Estamos hartos de que nos llamen fachas, él y su Gobierno. En esa línea, llaman «ultraderecha» también a los votantes del PP que poco tienen que ver con los de Vox. ¿Se ha fijado él con quien está encamado? Con una extrema izquierda rancia y trasnochada, que no tiene parangón actual con ningún país de la Unión Europea. Deje ya de insultar a políticos y a ciudadanos que no piensan como usted, y respete –con educación democrática– a periodistas y jueces para que ejerciten en libertad sus profesiones, lo propio en un Estado de derecho.
¿Y qué decir del concepto de patriotismo según Sánchez? Indulta y amnistía a los independentistas catalanes que quisieron –y persisten en sus intenciones– en romper la patria en octubre del 2017. Y con Bildu, en Navarra y País Vasco, está con ellos a partir un piñón. Otros que también suspiran por crear algún día la República Vasca. Sánchez, no nos des tantos ejemplos de patriotismo.
Otra versión contradictoria del concepto de patriotismo, es cuando lo relaciona con el pago de impuestos. Tronó en las Cortes el presidente Sánchez contra la pareja de Díaz Ayuso: «No hay mayor demostración de antipatriotismo que no pagar impuestos». David Sánchez, su hermano, es claramente otro antipatriota. Por la boca muere el pez.