«Si yo gobierno...»

Mientras en Europa surge con fuerza una derecha sin complejos, capaz de proponer soluciones frente a los problemas que de verdad han llevado a los ciudadanos a la desesperanza, tales como la inmigración ilegal o la agenda 2030 o el despilfarro del dinero público que nos conduce a un endeudamiento sin solución que está llevando a la ruina a Occidente; en España, Vox no consigue tomar impulso y convertirse así en una opción de gobierno. Las causas hay que buscarlas ya en la persona de Santiago Abascal, que no ha sabido leer la debilidad de Feijóo como líder de la derecha. Para que Vox dé ese salto de calidad es necesario que empiece a comportarse como un partido de gobierno, con un programa atrayente de verdad. Lo de acudir a los juzgados a denunciar las tropelías de la izquierda está muy bien, pero hay que decirle a la gente eso de «Si yo gobierno, prometo hacer esto, esto y esto».