Cartas al director
El fantasma correcaminos
Un fantasma recorre Europa: El fantasma de la derecha identitaria, extrema derecha, ultraderecha, etc. Contra este fantasma se han conjurado formando una poderosa entente las élites de la vieja Europa; tratan de imponer su diktat estigmatizando a millones de ciudadanos que se han limitado a votar por la opción que creen mejor para ellos, sus familias, su país y el Continente. Esos partidos políticos vilipendiados sienten en sus entrañas que el actual establishment, muy a su pesar, los reconoce como un poder real que sabe esperar y esperará a que llegue su hora.
En honor a la verdad y como demócratas, no solo de palabra, debemos aceptar que es hora de que esos denostados partidos expresen con luz y taquígrafos, a la luz del día, sus ideas y aspiraciones para salir al paso de esa leyenda negra que arrastran cual fantasma la bola de hierro encadenada a un pie. Vemos como dichas agrupaciones se reúnen en Bruselas para unir fuerzas y limar disensos con el fin de redactar un manifiesto aglutinador; reconozcamos que representan una ola que va a convertirse en un tsunami arrollador. Mancillar, injuriar y despreciar a millones de europeos no es el camino para lograr que el Viejo Continente progrese en todos los aspectos; se impone la negociación, el debate y no el hostigamiento. Merece la pena y mucho sentarse a hablar; nadie puede poner en duda que la esencia, la riqueza de la democracia es la alternancia en el poder. Erradiquemos el ninguneo recordando que el correcaminos siempre ganaba al coyote.