Preocupante inicio de un nuevo curso político

Regresamos casi todos los españoles a la rutina habitual después de meses de vacaciones y veraneo y nos despertamos, con un presidente, Pedro I El Mentiroso de viajes políticos entroncados con sus maravillosas vacaciones y haciendo alardes en sus reuniones con sus acólitos y con sus países amigos, de que en España todo va bien y tenemos una dirección política «de libro».

Es triste ver las intervenciones de los ministros y portavoces sanchistas, «tirando balones fuera» y acusando drásticamente al primer partido de la oposición. Pidiendo y mendigando que acepten sus condiciones de amnistía, cupo catalán, compromisos individuales con cada comunidad autónoma, con el fin de encontrar algún resbalón entre los presidentes autonómicos del PP, así como el de su mayor y consolidada comunidad autónoma, como es Castilla-La Mancha, cuyo presidente está manifiestamente en contra de la postura sanchista, que le dé la ansiada mayoría, para ejercer sus tropelías contra todos los españoles.

Olvídese de reunión unipersonal y tenga la valentía y honradez de convocar la reunión de presidentes para que pueda escuchar la unidad de criterios en los aspectos que quiere dominar.

Y por último, Sr. Sánchez, imponga en su grupo de gobierno, la educación, el respeto y la dignidad de lo que representan y a quienes representan, cuando se dirigen en la sede del Congreso y el Senado a los periodistas que les interrogan.