La ministra Pilar Alegría debería estudiarse un poco la historia contemporánea de España. Ya sabemos que al régimen del general Franco quieren borrarlo, como si no hubiera existido. Ahora parece que también quieren borrar la Transición y con ella a los gobiernos de la UCD con Adolfo Suárez y Leopoldo Calvo-Sotelo. Para intentar justificar el abuso de poner a una asesora de la Presidencia del Gobierno a llevar los negocios de la mujer del presidente, Alegría dijo que «esa figura existe desde el primer presidente, Felipe González». En términos de conocimiento histórico, lo de Alegría es analfabetismo puro y duro.
La desfachatez del hermano del presidente del Gobierno sigue aumentando exponencialmente según se van conociendo nuevos documentos. El Debate ha publicado el documento en el que David Sánchez propuso ir a su puesto de trabajo cada quince días, «los martes o miércoles» que fue aceptado por la Diputación de Badajoz, su empleador. Así justificaría ahora que no apareciese por su oficina. Eso es tener suerte.
El secretario de organización del PSOE tiene todo un poco más oscuro. El portavoz de Víctor Aldama, Ramón Bermejo, ha declarado a El Debate que éste «tiene pruebas de entregas de dinero en efectivo a Santos Cerdán». Habrá que ver esas pruebas, pero lo que parece incuestionable es que sería suicida por parte de Aldama insistir tanto si no hay alguna forma indubitable de demostrarlo.
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