Cripta de Santo Domingo de la Calzada
Esta es la única catedral del mundo con animales viviendo dentro de ella, y está en España
Se trata de un par de aves, que hacen de este templo un rincón único en nuestro país
Al pensar en iglesias, nos imaginamos muchas cosas, pero algo que nunca pensamos, o por lo menos no es lo primero, es en animales. Sin embargo, esto no ocurre con una catedral de La Rioja, en la que hay un gallinero.
Se trata de la Catedral de Santo Domingo de la Calzada, y para entender por qué tiene un gallinero hay que saber un poco de su historia.
Esta catedral tiene sus orígenes en una iglesia románica que se construyó bajo la advocación de El Salvador y Santa María. Alfonso VI había donado el terreno para su construcción y en 1106 se consagró. En 1158 se convirtió en colegiata y en 1232 en catedral, y desde este año es sede del obispo de Calahorra-La Calzada.
La construcción de la iglesia que tenemos hoy en día comenzó en 1158. La construcción estuvo dirigida por el maestro Garçion y se conservó una buena parte del templo románico anterior.
La Catedral de Santo Domingo de la Calzada acabó siendo una iglesia de peregrinaje, ya que está ubicada en el camino francés que lleva a Santiago de Compostela.
Cripta de Santo Domingo de la Calzada y el gallinero
Una de las cosas más impresionantes que se encuentran en esta catedral, y que no se ve en ninguna otra, es el gallinero. Este se construyó en 1460 en el brazo del transepto, justo en frente a la tumba de Santo Domingo de la Calzada. Es de estilo gótico y está hecho en piedra policromada.
El gallinero, como es de esperar, alberga un gallo y una gallina, ambos blancos. Estos animales están allí, porque son testimonio de la ayuda que ofrece el santo a todos los peregrinos que acuden a la catedral.
Los animales hacen referencia al milagro que hizo famoso a Santo Domingo de la Calzada. Este se popularizó y se propagó por las rutas de peregrinaje a través de un dicho que decía: «Santo Domingo de la Calzada, donde cantó la gallina después de asada.»
La presencia de estos animales en la catedral es casi tan antigua como ella. Se tiene una bula papal en el archivo de la catedral, datada del 6 de octubre de 1350, en esta ya se menciona que había un gallo y una gallina en este lugar. Esta fue emitida por el papa de Aviñón, Clemente VI y establece una serie de indulgencias para los fieles que acudieran al culto. Les dice que estén presente en los oficios divinos o que «mirasen al gallo y a la gallina que hay en la iglesia».
En la actualidad, las aves son reemplazadas mensualmente, una tarea que la hacen voluntarios de la cofradía de Santo Domingo.
