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30 de junio de 2024

Don niñas leen un ejemplar de la Biblia

Don niñas leen un ejemplar de la BibliaAIN

Oklahoma ordena a sus escuelas que enseñen de forma inmediata la Biblia a sus estudiantes

La orden de Ryan Walters impone el estudio de la Biblia a todos los estudiantes de entre 10 y 18 años

El responsable del sistema educativo de Oklahoma, Ryan Walters, emitió este jueves una orden para que todas las escuelas del estado incluyan de forma inmediata en sus programas educativos la enseñanza de la Biblia y los diez mandamientos. Walters justificó su decisión afirmando que la Biblia es uno de los pilares fundamentales de la Constitución estadounidense y de la propia identidad de Estados Unidos.

En un comunicado dirigido a los colegios estatales, Walters declaró: «La Biblia es uno de los libros más significativos históricamente y un fundamento de la civilización occidental junto con los diez mandamientos». Añadió que estos textos «serán mencionados como un estudio apropiado de historia, civilización, ética, religión comparativa o similar, debido a su sustancial influencia en los fundadores de nuestra nación y en los principios fundacionales de nuestra Constitución».

La orden de Walters impone el estudio de la Biblia a todos los estudiantes de entre 10 y 18 años. Esta decisión ha suscitado una serie de reacciones, especialmente porque se produce pocos días después de que el Tribunal Supremo de Oklahoma ordenara al estado rescindir la financiación pública de una escuela religiosa. El tribunal argumentó que una institución financiada con dinero público no puede ser «sectaria».

El anuncio de Walters también coincide con la reciente aprobación de una ley en Luisiana que obliga a las escuelas estatales a exhibir los diez mandamientos. Este tipo de medidas han intensificado el debate sobre la separación entre la iglesia y el estado, y sobre el papel de la religión en la educación pública.

Las implicaciones de estas decisiones podrían ser significativas para el sistema educativo de Oklahoma. Por un lado, se argumenta que la inclusión de la Biblia y los diez mandamientos en el currículo escolar podría proporcionar una base sólida en ética y moralidad, reflejando la herencia judeocristiana que, según Walters, subyace en la fundación del país. Por otro lado, críticos de esta medida señalan que puede violar el principio de laicidad en la educación pública y podría llevar a una discriminación contra estudiantes de diferentes orígenes religiosos.

Este controvertido movimiento también plantea preguntas sobre cómo se implementarán estos estudios en las escuelas y cómo se manejarán las posibles objeciones de padres y estudiantes que puedan no estar de acuerdo con esta nueva directiva. Mientras tanto, Walters insiste en que esta medida es un paso necesario para reforzar los valores y principios que, a su juicio, son esenciales para la identidad nacional y el bienestar de las futuras generaciones.

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