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12 de septiembre de 2024

La Asunción de la Virgen de Tiziano

La Asunción de la Virgen, obra de Tiziano

Asunción y Ascensión: guía para no volver a confundirlas

España entera celebra hoy una de sus fiestas marianas más populares: la Asunción de la Santísima Virgen María a los Cielos

Hoy es el día de la Asunción. Pero no es extraño que, a lo largo de la jornada, muchos–incluso en algunos medios de comunicación– le digan que hoy es la fiesta de la Ascensión. Se trata de una confusión bastante habitual: son dos términos muy similares, pero cuyo significado difiere enormemente. Desconocerlo es lo que quizás provoque que, cada vez más, sean muchos los que se refieran a la festividad del 15 de agosto como el día de la Virgen. Así no hay peligro de pillarse los dedos.

La diferencia es sencilla: en la Asunción –la festividad que celebramos hoy–, la Santísima Virgen María fue asunta, elevada en cuerpo y alma a la gloria celestial al cumplir el curso de su vida terrestre.

En la Ascensión, por su parte, Jesucristo se elevó a los cielos por su propio poder después de resucitar al tercer día de entre los muertos. Mientras María fue elevada, Jesucristo se elevó. Este matiz es fundamental en la teología católica, pues pone de manifiesto que Dios es todopoderoso, a la vez que nos recuerda que María es una criatura. Ella no subió al cielo por su propio poder, sino por el poder del Señor.

¿Murió la Virgen María?

Sabemos que el propio Jesucristo murió y resucitó, pero, ¿y la Virgen María? La Escritura no da detalles sobre su vida después de Pentecostés. Si nos atenemos a la tradición, en torno al año 40 se apareció sobre un pilar en Zaragoza al apóstol Santiago. Se trata de la única aparición de la Virgen estando ella en vida, y la más antigua reconocida por la Iglesia. Dos ciudades, Jerusalén y Éfeso, se disputan el honor de haber sido el lugar donde residió María tras la Resurrección de su Hijo, y las dos conservan la tradición de que, desde ellas, la Santísima Virgen fue asunta a los cielos.

No es el dato más importante. El realmente crucial es el que definió como dogma «que la Inmaculada Madre de Dios, siempre Virgen María, terminado el curso de su vida terrena fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celestial», como definió el Papa Pío XII el 1 de noviembre de 1950 en la constitución apostólica Munificentissimus Deus. En Santo Padre, sin embargo, no quiso dirimir si la Virgen murió y resucitó al instante, o si marchó directamente al Cielo. Muchos teólogos defienden que la Virgen murió para asemejarse más a Jesús, pero otros sostienen la doctrina de la Dormición de la Virgen, especialmente en Oriente, donde se celebra esta festividad desde los primeros siglos. Sea como fuere, la Virgen María, por un privilegio especial de Dios, no experimentó la corrupción de su cuerpo.

España entera –y todo el orbe católico–está en fiesta por la Asunción. En Valencia, por ejemplo, el martes pasado se interpretó el Misterio de la Asunción de la Mare de Déu, un auto sacramental que no se escenificaba en la catedral desde hacía 400 años. Hoy jueves, la imagen yacente de la Dormición será trasladada por la mañana a la catedral y por la tarde recorrerá las calles colindantes en procesión. En centenares de pueblos y ciudades de nuestra geografía se sucederán actos, eucaristías, procesiones y actos religiosos. La proximidad con la festividad de otro santo enormemente popular, San Roque (el 16 de agosto), que cuenta con cientos de ermitas y capillas diseminadas por toda España, hace que numerosísimos municipios disfruten de unos días de fiestas patronales.

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