Francisco pide a los líderes de Singapur asumir su papel para salvaguardar el «amenazado orden internacional»

Después de un día de descanso al llegar a Singapur desde Timor Oriental, el Papa ha realizado su primer acto oficial, reuniéndose con el presidente, Tharman Shanmugaratnam, y el primer ministro, Lawrence Wong, en la Casa del Parlamento.

Francisco llamó a las autoridades de la Ciudad-Estado a que «aporte su propia contribución al bien común y eviten que el extremismo y la intolerancia cobren fuerza y pongan en peligro la paz social». De la misma forma, por su gran relación con China, apelaba a su «papel específico que desempeñar en el orden internacional, que se halla amenazado por conflictos y guerras sangrientas».

Se alegraba de la promoción del «multilateralismo» y un sistema de normas comunes, como trabajo «por la unidad y la fraternidad del género humano, en beneficio del bien de todos los pueblos y naciones, con un espíritu que no sea excluyente ni se centre únicamente en los intereses nacionales».

«Voz apasionada» contra las guerras

«El orden global se está debilitando y los conflictos y las agresiones no cesan», le decía el presidente de Singapur al Pontífice, así como que mostraba su preocupación por el cambio climático. Para el líder oriental, estos son los retos «cruciales» del mundo, lo que hace caer la seguridad a nivel global.

Tras hacer un llamamiento a los líderes internacionales para «trabajar con una mayor determinación para abordar cada uno de estos desafíos», Shanmugaratnam felicitó al Papa por ser una incansable «voz apasionada» contra todos los conflictos. «Nos invita constantemente a trabajar para promover la armonía y el diálogo entre diferentes grupos y religiones», finalizaba.