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"Haz el aborto ilegal de nuevo", reza este cartel

«Haz el aborto ilegal de nuevo», reza este cartel, jugando con el habitual lema de Trump de «Make America great again»

El voto provida se vuelca con Trump para evitar que Harris amplíe aún más el acceso al aborto

Las asociaciones pro vida recuerdan que «en Estados Unidos se matan a casi 3.000 niños cada día»

¿Será el aborto la baza que pueda decantar el reñidísimo pulso entre Kamala Harris y Donald Trump hacia un lado u otro? No será la única, ciertamente, pero sí se trata de un tema de suficiente peso –se sitúa en sexto lugar entre las principales motivaciones de los estadounidenses a la hora de acudir a las urnas– como para que la elección del nuevo presidente de los Estados Unidos dependa en gran medida de él.

Hay que aclarar un punto de partida: a ninguno de los dos candidatos presidenciales se les puede considerar un provida sin fisuras, es decir, que defienda el derecho a la vida del no nacido siempre y en cualquier circunstancia. Trump hace aguas en según qué casos afecten al embarazo. Harris, por otro lado, defiende el acceso total, indiscriminado, ilimitado y sin ambages al aborto, siempre y en cualquier caso que decida la madre. Ante esta disyuntiva, el votante provida lo tiene claro: Trump es el mal menor en lo referente a acabar con la vida de los no nacidos.

A ambos les preceden sus decisiones: mientras Trump cortó durante su mandato presidencial el grifo de la poderosísima e influyente Planned Parenthood, calificada por muchos como la mayor multinacional de la muerte, Kamala Harris y Joe Biden volvieron a regar generosamente con millones de dólares a la organización que se encarga de implantar y fomentar el aborto, la eutanasia, los anticonceptivos, la ideología de género y todos los postulados woke que estén a la orden del día.

Apoyo a Trump

En las últimas horas de campaña, Trump ha recibido el apoyo explícito de numerosas asociaciones provida y de relevantes figuras de vinculadas a ellas. Es el caso de Lila Rose, una de las voces más respetadas en la defensa de la vida y fundadora y presidenta de la organización Live Action. Rose, considerada el azote de Planned Parenthood, publicaba hace un par de días en su cuenta de «X» un extenso escrito donde recordaba que, «en los últimos meses, me he opuesto públicamente a las posiciones de Donald Trump y Kamala Harris sobre el aborto». Sin embargo, ahora ha anunciado que «votaré por Donald Trump».

«La cuestión más importante a considerar al decidir por quién votar es la posición del candidato sobre los derechos humanos fundamentales y, en particular, el derecho a la vida», defiende la activista provida, que recuerda que «el aborto, la destrucción intencionada de un niño no nacido, es la principal causa de muerte en Estados Unidos, matando a casi 3.000 niños diariamente». «Cuando los dos principales partidos políticos apoyan activamente políticas contrarias a la vida, ¿qué puede hacer un votante provida?», se pregunta Rose, quien se muestra favorable a la postura del mal menor que, a su juicio, encarna el candidato republicano.

Desde la prisión le ha llegado a Trump otro importante apoyo: el del preso de conciencia Will Goodman, un católico provida que se encuentra encarcelado por protestar pacíficamente en una clínica de abortos tardíos en Washington, DC, en 2020. En mayo de 2024, después de ser acusado junto con otros ocho activistas provida por el Departamento de Justicia de Joe Biden, Goodman fue sentenciado a más de dos años de prisión por la jueza federal Colleen Kollar-Kotelly por el sorprendente delito de «conspiración contra los derechos».

En un mensaje de correo electrónico enviado a CatholicVote el 30 de octubre, Goodman dijo que está encarcelado «por intentar rescatar a bebés inocentes no nacidos en 2020 de una muerte horriblemente dolorosa por desmembramiento corporal». Si bien reconoció que «ambos candidatos presidenciales están lejos de ser perfectos», Goodman afirmó que creía firmemente que «el 'mal menor' es evidente si priorizamos las vidas de los más inocentes».

«La realidad es que hay un mal real entre los candidatos y las campañas», escribió. «Por eso es imperativo evaluar primero con seriedad el 'mal mayor'. Además, los votantes tienen la responsabilidad específica de votar contra ese mal mayor. En las elecciones actuales, votar a favor de un candidato en particular no es tan importante como votar en contra de candidatos que promueven males graves, males intrínsecos, incluso males demoníacos», resumió el activista preso, que concluyó apoyando a Donald Trump.

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