512 personas sobreviven en la parroquia católica de Gaza

Entre bombardeos y enfrentamientos que interrumpen sin cesar las comunicaciones, la parroquia católica de Gaza afronta el momento más bajo desde el inicio del conflicto.

Socios de Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), que por razones de seguridad se mantienen anónimas, aseguran que «cada vez que ambas partes hablan de una tregua, aumenta la intensidad de las operaciones militares».

Según ha comunicado, la parroquia de la Sagrada Familia del barrio de Al Zeyton está acogiendo a un total de 512 cristianos, de los que 120 son niños y cerca de 150 son ancianos y personas con discapacidad.

«La gente camina durante horas para conseguir una pequeña caja de comida que, al final, no alcanza ni para tres personas. Compartir es parte de la vida cotidiana y de la nueva identidad cristiana», han asegurado a ACN. A través de estas organizaciones se ha conseguido que el Patriarcado Latino de Jerusalén pueda proporcionar de dos comidas semanales por persona y una hogaza de pan cada dos días.

Sin embargo, la administración de los alimentos y del agua, sucia, continúan siendo el mayor reto al que hacer frene. Igualmente, la hospitalización inmediata que precisan niños y mayores «es imposible en este momento».

Firmes en la fe

Ante el complejo panorama al que se enfrentan día a día estos cristianos, es la fe la que mantiene firme a la comunidad. Misas, catequesis, rosarios y reuniones llenan el centro Tomás de Aquino, instalado después del bombardeo de su edificio, se abarrotan para encontrar consuelo en la oración.

Los sacerdotes y las monjas no cesan en su entrega hasta la extenuación para poder aliviar a su pueblo. De esta forma se preparan para vivir una Semana Santa «muy especial», en la que están experimentando «más cerca que nunca al Salvador crucificado».

Especialmente durante estos días santos, han reclamado oraciones por ellos, por todo el pueblo y por el fin de la guerra.