Congreso 'La alegría del Evangelio'
Martínez-Almeida: «El Gobierno debería dar gracias por la labor asistencial que hace la Iglesia»
El alcalde de Madrid criticó el ninguneo a las instituciones eclesiásticas durante su intervención en el congreso dedicado a Francisco en la Universidad CEU San Pablo
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, lamenta que la noticia de que la Conferencia Episcopal pagará a partir de ahora dos impuestos de los que estaba exenta, anunciada este miércoles, se haya valorado desde el Ejecutivo «como un triunfo». «Lo que debería hacer el Gobierno es dar las gracias por la labor asistencial que hace la Iglesia», criticó el dirigente popular este jueves durante su intervención en el congreso 'La alegría del Evangelio'.
«Sin las instituciones de la Iglesia, el Ayuntamiento de Madrid no sería capaz de hacer el trabajo que hace desde el punto de vista social», destacó Almeida, que también criticó el ninguneo por parte de algunos a la labor de las organizaciones católicas. «A lo largo de la historia -reflexionó-, no hay institución que haya sido más vilipendiada y atacada de manera injustificada que la Iglesia… pero tampoco hay ninguna institución que haya hecho más demostraciones de amor en el mundo que ella».
«Poner siempre por delante a las personas»
Almeida hacía estas declaraciones en el marco de un congreso organizado por la Fundación CEU y la Pastoral Universitaria de Madrid para valorar los primeros diez años de pontificado de Francisco. En una conversación con el director de El Debate, Bieito Rubido, el alcalde madrileño analizó la tercera encíclica del papa argentino, Fratelli Tutti, y la conectó con su labor política. Señaló, en esta línea, la necesidad de llevar a cabo renuncias en la búsqueda de acuerdos.
Recordando su reciente audiencia con el papa –«no me molestó lo de ‘la gran Manuela’, los que somos espontáneos lo somos», bromeó–. Almeida señaló que «Francisco nos hizo una apelación constante y continua de poner siempre por delante a las personas, sin renunciar a las ideologías ni a los principios, pero siempre subordinándolos al bien común».
El alcalde de Madrid también criticó una batería de normas aprobadas por el Ejecutivo de Pedro Sánchez -desde la reforma de la ley del aborto a la ley de bienestar animal-, e identificó una constante en todas ellas: «A los adultos nos tratan como a menores –para tener un perro ahora he de hacer un curso-, y a los menores, como a adultos -pueden abortar sin consentimiento paterno–».
En su intervención, Almeida alabó la reacción internacional a la guerra en Ucrania, pero consideró que debería ser así en todas las guerras internacionales: «No se puede ser más fratelli de unos que de otros», ironizó, en modo franciscano. En clave electoral, el popular defendió las obras llevadas a cabo en Madrid durante su mandato, e incidió en que su objetivo con respecto a la movilidad es «que el espacio público no sea contradictorio con el uso del vehículo privado, pero que este sea la peor opción».
Francisco, «un ejemplo de fraternidad»
El corresponsal en el Vaticano del diario ABC durante 23 años Juan Vicente Boo abría la jornada desvelando con una ponencia trufada de anécdotas, fruto de su dilatada trayectoria periodística. Así, el vaticanista coruñés puso en valor el estilo personal del papa, a quien consideró «un ejemplo de fraternidad con los cercanos y los lejanos».
El autor de El papa de la alegría o Píldoras para el alma destacó algunos rasgos esenciales que, a su juicio, han definido el papado de Francisco: la sencillez, la atención a los frágiles, la misericordia o la preocupación ecológica. Refiriéndose a la pequeña maleta con la que subió al avión en su primer viaje internacional, el periodista destacó que «la normalidad es parte de su ejemplo».
Durante la mañana también intervino la ex diputada del PSOE en la Asamblea de Madrid Llanos Castellanos, que también habló sobre la Fratelli Tutti, en una intervención que no convenció a todos los asistentes: hubo quien confesaba haberse sentido tentado de abandonar la sala al escuchar a la socialista citar el «No matarás», sin hacer referencia a la ley de la eutanasia aprobada por el Gobierno hace unos meses.