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19 de septiembre de 2024

'san Juan de Mata entrega la carta del Papa al rey de Marruecos'

'San Juan de Mata entrega la carta del Papa Inter opera misericordiae al rey de Marruecos, Miramolín'Museo del Prado

¿Qué le debe don Quijote a la labor de la Orden Trinitaria en Marruecos?

«Fez es una de las ciudades a las que los trinitarios han acudido a lo largo de los siglos para liberar a los esclavos cristianos», explica el padre Aliaga, Superior Provincial de la Provincia Trinitaria del Espíritu Santo en España

Durante dos días la parroquia de San Francisco de Asís en Fez ha acogido a 170 peregrinos de la Familia Trinitaria que han ido a recorrer la ruta de los antiguos «redentores» que, desde 1200 y durante varios siglos, se entregaron a su vocación de liberar a los esclavos cristianos prisioneros de los musulmanes.

La Orden de la Santísima Trinidad y de los Esclavos (Padres Trinitarios) es una orden religiosa de derecho pontificio, fundada por San Juan de Mata a finales del siglo XII y aprobada por el Papa Inocencio III en 1198.

«Nuestra iglesia estaba casi llena –señala a la Agencia Fides el padre Matteo Revelli, sacerdote de la Sociedad para las Misiones Africanas (SMA)–. Los participantes son de los países más diversos del mundo, y han aportado su liturgia multilingüe junto con la variedad de sus trajes religiosos tradicionales».

'Misa de san Juan de Mata' de Juan Carreño Miranda

'Misa de san Juan de Mata' de Juan Carreño Miranda

Junto a los peregrinos han estado presentes el Vicario Apostólico de Arabia del Norte, Mons. Aldo Berardi, Obispo Trinitario, y el padre Luigi Buccarello, Ministro General de la Orden.

Liberar al esclavo

El padre Pedro Aliaga, miembro de la Comisión que ha preparado este acto, explicó que los peregrinos han querido desandar una de las rutas de los antiguos padres Trinitarios que fueron a Marruecos para redimir a los esclavos cristianos en poder de los musulmanes. «Fez es una de las ciudades a las que los trinitarios han acudido a lo largo de los siglos para liberar a los esclavos cristianos», explica el padre Aliaga, Superior Provincial de la Provincia Trinitaria del Espíritu Santo en España.

«Según algunos documentos, los trinitarios tenían hospitales, centros de acogida para ayudar a los prisioneros cristianos, al menos en Fez. Su presencia era muy discontinua porque venían a rescatar esclavos y se iban para llevarlos de vuelta a sus casas», recuerda Aliaga.

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500 ducados de oro

El Papa Inocencio III entregó a Juan de Mata, fundador de los Trinitarios, la carta apostólica Inter opera misericordiae, fechada el 8 de marzo de 1199 y dirigida a Miramamolín, rey de Marruecos. El propio de Mata llevó la carta al sultán en Fez y logró la primera redención de la esclavitud en la misma ciudad. La carta era una presentación de la Orden y su carisma, así como una petición para facilitar la labor de los religiosos en el país.

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'Liberación de Miguel de Cervantes'

El rescate más famoso que los Trinitarios realizaron en toda su historia permitió que un escritor alumbrase una de las obras cumbre de la literatura universal. Juan Gil, redentor general de la Orden, pudo reunir los 500 ducados de oro exigidos por el rey de Argel para la liberación de Miguel de Cervantes Saavedra, tras cinco años de duro cautiverio.

Según se dejó constancia en el Libro de Redenciones de la Orden de la Santísima Trinidad:

«En la ciudad de Argel a diez y nueve del mes de septiembre, 1580, en presencia de mí, el dicho notario M.R.P., Fray Juan Gil, Redentor susodicho, rescató a Miguel de Cervantes, natural de Alcalá de Henares, de edad 31 años, hijo de Rodrigo de Cervantes y de Dña. Leonor de cortinas, vecinos de la villa de Madrid, mediano de cuerpo, bien barbado, estropeado el brazo y la mano izquierda, cautivo en la Galera del Sol, yendo de Nápoles a España, donde estuvo mucho tiempo en servicio de S.M. perdióse a 26 de septiembre el año 1575; estaba en poder de Azán Bajá Rey, y costó su rescate 500 escudos de oro en oro».

De este modo, «el caballero de la triste figura», don Quijote de la Mancha, pudo brotar del genio de Cervantes y deslumbrar a los lectores con una aparente obra de caballería que encerraba, en realidad, todos los géneros literarios y todos los dramas del alma humana.

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