¿De qué marca era el coche eléctrico que ha ardido en un parking madrileño y por qué se ha incendiado?

Más allá del precio, de la autonomía o de las limitaciones de puntos de recarga, los coches eléctricos están teniendo problemas serios de adaptación al mercado español. Uno de los que más suele citarse es el relacionado con los incendios espontáneos.

De hecho, hace solo dos días que Emergencias Madrid tuvo que movilizar una decena de dotaciones de bomberos por el aviso del incendio de un coche eléctrico en el aparcamiento de Colón.

Una bomba bajo tierra

Lógicamente, los incendios de coches eléctricos en aparcamientos son los más peligrosos que pueden producirse. La elevada temperatura que alcanzan las baterías en llamas los convierte en verdaderas bombas de relojería ante el peligro de que el incendio se extienda a otros coches o directamente al edificio bajo el cual está el aparcamiento.

En este caso, los bomberos acudieron rápidamente al fuego, donde se encontraron con gran cantidad de humo blanco que salía por los conductos de ventilación.

Bombas químicas

Tal y como nos explicaba a este medio un bombero hace unos meses, el principal riesgo de los incendios de eléctricos son los gases: «Dos bocanadas sin protección y caes redondo al suelo», nos decía literalmente. Hay que tener en cuenta que las baterías con bombas químicas.

Tal y como nos confirmaba este bombero, los incendios de coches eléctricos no son un problema real hoy en España, con un parque móvil de eléctricos de unas 160.000 unidades frente a un parque móvil de más de 25 millones de coches no hay que dramatizar.

Lo que sí es habitual y muy preocupante son los incendios de patinetes eléctricos que se dan cada semana dentro de domicilios mientras están cargando, una barbaridad. De hecho, numerosos hoteles han prohibido meterlos en las habitaciones.

Ojo, a los patinetes

La realidad es que en condiciones normales y a igualdad de número de vehículos, los estudios dicen que de media ardería un coche eléctrico por cada ocho de combustión. El problema es que los eléctricos se incendian en parado en su plaza de aparcamiento y apagarlos se convierte en una proeza para los bomberos, que gastan miles de litros de agua.

Tampoco hay que olvidar que los híbridos enchufables también están expuestos a incendios, tal y como ya ha ocurrido en algunas ocasiones, no así los híbridos no enchufables que tienen una batería muy pequeña y más estable.

Híbridos enchufables

En este caso, los restos del vehículo mostrados por los bomberos parecen indicar que se trata de un Renault Zoe, un veterano del mercado de los eléctricos y una excelente opción urbana muy vendida. De hecho, es el modelo elegido para la empresa de coche compartido Madrid Zity.

Hay que tener en cuenta que los fabricantes de coches están evolucionando la tecnología de baterías para hacerlas más estables y seguras para evitar el riesgo de incendio, una probabilidad que va disminuyendo pero existe, sobre todo cuando la batería del coche eléctrico está recargándose, pues la estamos estimulando eléctricamente y esto aumenta el riesgo.

Manta térmica

De hecho, los barcos de transporte de coches, Ro-Ro, exigen que los coches eléctricos vayan descargados en las bodegas y que no se enchufen en el trayecto.

No es sencillo decir por qué ardió la batería de este Zoe, desde un problema en el proceso de carga hasta un deterioro por el uso excesivo o un accidente, porque también parece demostrado que tanto los accidentes en los que la batería se ve afectada como las inundaciones incrementan el riesgo de incendio.

No obstante, es un riesgo con el que debemos aprender a convivir mientras Europa trabaja ya en protocolos de carga seguros para coches eléctricos, con plazas de garaje vigiladas y que puedan cerrarse herméticamente en caso de incendio e incluso prohibiendo el despliegue de cargadores bajo tierra.