Un Policía Municipal muy comprensivo

Un Policía Municipal muy comprensivo

Tráfico

Un policía desvela el sitio donde no es habitual que multen a un coche

Desafortunadamente, no todos los agentes son tan comprensivos y es habitual encontrarse decenas de coches multados junto a hospitales o cementerios

Las multas de tráfico y las sanciones se han convertido en una fuente de financiación casi inagotable, los conductores son conscientes de que más vale pagarla con descuento que iniciar un procedimiento por impago que al final supone que te embarguen de la cuenta el importe de la multa multiplicado por dos.

Por ello, los ayuntamientos han multiplicado el control sobre los automóviles, lo que ha disparado la recaudación a niveles difíciles de imaginar hace unos años.

A discreción

Se trata de una realidad a la que también ha contribuido las Zonas de Bajas Emisiones, que castigan a los conductores con miles de multas de 200 euros cada año.

Sorpresa mayúscula para cientos de madrileños que han descubierto una multa en el parabrisas de su coche

Las multas en los parabrisas son muy habituales

Solo en 2023 Madrid recaudó 145 millones de euros por las ZBE, un 70 % del total de las multas de la capital. No nos olvidemos que los ayuntamientos tienen competencia para sancionar las infracciones de tráfico dentro de las ciudades, ya sea por excesos de velocidad, mal aparcamiento o cualquier otro motivo.

Arcas municipales

La situación es tal que tanto algún Guardia Civil de Tráfico como agentes de la Policía Municipal se han quejado respecto a su labor recaudadora, pues su trabajo ya no consiste en ayudar y corregir a los conductores, sino que simplemente les multan, unas sanciones de las que no se enteran hasta que no las reciben en su casa.

Control de alcoholemia en la Puerta de Alcalá - Policía Municipal

La función de los agentes municipales en muchos casos se reduce a poner multas

En este caso, un agente de la Policía Municipal explica que gracias al poder discrecional de su cargo, ellos pueden decidir entre multar o no multar una determinada infracción, algo que queda siempre a su criterio.

Ellos deciden

En este caso el agente explica que él multa a los coches que se encuentran «encima de la acera o en doble o tercera fila si mira lo que hay alrededor y se encuentra un bar, pero no si es una farmacia»… en este caso el agente considera que tomar un café no es motivo para aparcar mal, pero la necesidad de comprar medicamentos sí puede serlo.

Un criterio muy racional que merece el aplauso de los conductores y que debería ser más habitual.

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