Osoro inaugura la casa de acogida 'Fratelli Tutti' de Sant'Egidio en Madrid
Osoro reconoció que cuando pensaba en la casa, el corazón se le iba a la oración del padrenuestro. «Convencer a este mundo y a todos los que vivimos en él de que somos hermanos»
La Comunidad de Sant’Egidio en Madrid inauguró el miércoles, 7 de junio, la Casa Fratelli Tutti, un espacio de acogida y solidaridad en Madrid. El acto estuvo presidido por el arzobispo de Madrid, cardenal Carlos Osoro, que destacó de la entidad el «empeño que habéis tenido siempre pensando en los que más necesitan». Es necesario, dijo, tener lugares «donde podamos ver con nuestros propios ojos que la fraternidad se puede construir».
Casa de acogida
En el acto, celebrado en el patio del edificio ante decenas de personas, el cardenal Osoro reconoció que cuando pensaba en la casa, el corazón se le iba a la oración del padrenuestro. «Convencer a este mundo y a todos los que vivimos en él de que somos hermanos» implica también «convencerles de que esa es una cuestión de Dios, a quien llamamos Padre», y esa palabra «nos hace ver en los demás a hermanos».
La dignidad de hijos de Dios se ha de recuperar, insistió. «Y esta casa creo que nace también con ese propósito», que todos sean llamados hermanos. «Habéis tenido el empeño de que en Madrid, en el centro de Madrid, haya una casa que nos recuerde que es la casa del padrenuestro».
El purpurado volvió a agradecer a la Comunidad de Sant’Egidio su labor. «Madrid no sería lo que es sin esta comunidad», aseveró, que «aporta algo que no es un sueño, es una realidad»: hacer posible un mundo de hermanos, dijo, de paz. Y concluyó resaltando la Escuela de Paz, para niños, que significa «construir hombres y mujeres que sepan rezar el padrenuestro».
Edificio cedido por la diócesis
La Casa Fratelli Tutti se ha inaugurado en un edificio cedido por la archidiócesis de Madrid a la Comunidad de Sant’Egidio en la calle Larra, en el centro de Madrid. Las obras de rehabilitación lo han convertido en un espacio de convivencia y punto de encuentro entre jóvenes, niños y ancianos. Gentes diversas «unidas por un mismo sueño: una ciudad más humana y fraterna», apunta la entidad.
El edificio consta de cinco plantas en las que habrá un centro de día para personas sin hogar con salas, cocina, lavandería y baños con duchas; un centro de formación de lengua y cultura española para refugiados y extranjeros, con diferentes aulas, biblioteca y despachos; una planta completa dedicada a casa hogar para ancianos sin recursos y sin familia; y un espacio amplio destinado a la Escuela de la Paz, para niños y jóvenes.
En la inauguración de la casa participaron, además del arzobispo de Madrid, el fundador de la Comunidad de Sant’Egidio, Andrea Riccardi (llegado desde Roma), y la responsable de la entidad en Madrid, Tíscar Espigares. Asimismo estuvo presente Pepe Aniorte, delegado de Bienestar Social del Ayuntamiento de Madrid.