De clarisas cismáticas (o engañadas) y un obispo que no quiere excomulgar: ¿qué pasa en Belorado?
La abadesa de un monasterio de clarisas anuncia que abandonan la Iglesia católica. El arzobispado de Burgos investiga lo ocurrido e intenta revertir la situación para no llegar al delito de cisma
El arzobispo de Burgos prohíbe las misas en el convento de las monjas cismáticas de Belorado
El arzobispo de Burgos prohíbe a Pablo de Rojas acceder al monasterio de Belorado
Las clarisas de Belorado ya eran famosas por sus bombones, trufas y tabletas de chocolate, que habían llevado a certámenes como Madrid Fusión, en cuya edición de 2020 salieron triunfantes. Otro asunto las ha llevado a estar en todos los telediarios. El pasado 13 de mayo, la madre abadesa, sor Isabel de la Trinidad, firmaba un comunicado en el que anunciaba que ella y las otras 15 religiosas que viven en Belorado (Burgos) habían decidido abandonar al Iglesia católica.
Además de citar un «caos doctrinal y moral» y unas «contradicciones, lenguajes dobles y confusos, ambigüedad, lagunas de doctrina» que llegan «desde la cátedra de Pedro» –motivo por el que dudan de la autoridad del Papa Francisco–, para entender la decisión de estas hermanas de romper con Roma hay que remontarse a octubre de 2020. Entonces se desencadenó una pelea inmobiliaria entre la comunidad de Belorado y el arzobispado del que dependían. Las monjas querían comprar otro convento, este en Orduña, en venta desde 2002 y firmaron un contrato con las clarisas de Vitoria por un importe de 1.200.000 euros. Mediante esta firma, las de Belorado se comprometían a pagar semestralmente 75.000 €. Según informa el arzobispado de Burgos, ni siquiera el primero de los pagos llegó a realizarse.
Así esta historia llega hasta marzo de 2024, cuando la superiora de Belorado manifiesta haber encontrado un benefactor que va a hacer frente a todos los pagos del inmueble de Orduña. Tanto el arzobispo de Burgos como el obispo de Vitoria querían conocer su identidad, bajo sospechas de que era alguien ajeno a la Iglesia católica. Dos enviados por el obispo de Vitoria se personaron en Orduña para hablar con la superiora, pero las religiosas les comunicaron que no estaba allí. Así las cosas, viajaron hasta Belorado, donde sor Isabel sí estaba, pero no les atendió.
Ya el 13 de abril de 2024, la presidenta de la Federación de Nuestra Señora de Aránzazu, a la que pertenece la comunidad burgalesa, pidió una reunión urgente con el arzobispo de Burgos, en la que puso en su conocimiento la sospecha de un posible delito de cisma. Diez días después, Mario Iceta ordenó abrir una investigación al respecto, que se inicia junto a los obispos de Vitoria y Bilbao y cuenta con al aprobación de la Santa Sede.
«Su Católica Grandeza Episcopal»
Quién es el estrambótico y cismático obispo que ha arrastrado a las clarisas de Belorado
De nuevo, el 13 de mayo de 2024, las religiosas han abandonado la tutela de su arzobispo porque según explican no les ha sido concedido la licencia de venta de otro monasterio, el de Derio, con el que pretendían pagar ese primero que compraron. Llegados a este punto entra en escena Pablo de Rojas, un sacerdote que fue excomulgado en 2019 por el mismo Iceta (ahora titular de Burgos, pero entonces de Bilbao); pero que ahora es falso obispo y líder de la llamada Unión Pía de san Pablo apóstol, que no está en comunión con Roma, reniegan del Concilio Vaticano II y consideran el último Papa válido a Pío XII. Las hermanas de Belorado ha confirmado haber tenido contacto con él desde 2023, y también con su colaborador, José Ceacero, quien es ahora el supuesto sacerdote que oficia las misas de la comunidad.
Todos están sorprendidos: el arzobispado, el capellán de la comunidad, el pueblo, la federación de las clarisas e incluso a dos de las religiosas. Una de ellas habría abandonado la comunidad y otra estaría en el hospital tras sufrir un infarto, según informa Religión Confidencial, aunque esto último ha sido desmentido por una de las clarisas de Belorado en sus nuevas redes sociales. «No estamos secuestradas», dice esta misma en unas imágenes en las que aparecen también algunos familiares de las religiosas. Confirman en este vídeo que no se van de la Iglesia y que irán explicando su situación «poco a poco».
Por su parte, el arzobispado de Burgos ha confirmado que Roma está al tanto de los acontecimientos que se han sucedido en Belorado. También lo está la Conferencia Episcopal Española, que ha afirmado que la decisión de las hermanas parece «fruto de un engaño», al tiempo que informado de su decisión de hablar de manera individual con cada una de ellas, tanto las de Belorado como las de Orduña (el monasterio que no han pagado pero donde viven las religiosas clarisas de esta comunidad procedentes del otro convento que quieren vender, el de Derio).
Mario Iceta ha asegurado que le parece pronto para plantear que estas monjas hayan provocado un cisma y por ello, descarta de momento la excomunión. La Iglesia está investigando lo sucedido, para ello, el arzobispo de Burgos ha concretado que va a contactar con la clarisa que el pasado martes 14 de mayo abandonó Belorado. Según él, esto evidencia que no todas están de acuerdo con el comunicado firmado por sor Isabel. Sin embargo, habrá que esperar, como afirma Iceta, con «paciencia y serenidad»