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El presidente de la CEE, Luis Argüello (c), junto al presidente de la Confer, Jesús Díaz Sariego, (i).

El presidente de la CEE, Luis Argüello (c), junto al presidente de la Confer, Jesús Díaz Sariego, (i).Conferencia Episcopal Española

Este es el plan de reparación a víctimas de abusos sexuales aprobado por la Conferencia Episcopal

«Es nuestra toma de decisión libre la que nos hace decir que asumimos una obligación moral», decía el presidente de la CEE, Luis Argüello, ante la crítica del Gobierno sobre la «unilateralidad» del documento

El proyecto, que arrancaba en noviembre de 2023, veía la luz el pasado martes 9 de julio, cuando los 67 obispos asistentes a la Asamblea Plenaria Extraordinaria daban su sí a tres documentos: Líneas de trabajo de las instituciones de la Iglesia católica en España, Plan de Reparación Integral a los menores y personas equiparadas en derechos, víctimas de Abusos sexuales (PRIVA) y Criterios orientadores para la reparación integral para las víctimas de abusos sexuales a menores de edad o adultos equiparados en derecho.

La redacción de estos documentos, tal y como reveló el presidente de la CEE, Luis Argüello, han sido redactados tras la presentación y escucha de sugerencias del Defensor del Pueblo, así como a las víctimas y asociaciones de acompañamiento. Dichas reuniones tuvieron lugar el pasado 21 de junio.

Líneas de trabajo de las instituciones de la Iglesia

El texto detalla cinco líneas, que expresan «lo que las instituciones eclesiales ya están realizando» y orientan el trabajo de la Iglesia.

  • Reconocer y reparar. El reconocimiento y la reparación de las víctimas de abusos sexuales prescritos o en los que el victimario ha fallecido, así como los casos en los que la acción penal no ha prescrito. Esta línea incluye el PRIVA.
  • Atender a las víctimas y/o supervivientes. Tratar de asegurar la atención integral de las víctimas a través de las Oficinas de Atención a las Víctimas.
  • Prevenir. Continuar con la difusión de los centros educativos de la Iglesia de la Guía para la prevención y reparación de abusos sexuales a menores en centros educativos e implementar la figura del coordinador de bienestar y protección.
  • Formar y sensibilizar. En especial a los profesionales en contacto con menores de edad sobre la violencia sexual, así como la sensibilización de la difusión de las medidas de prevención y protocolos en la Iglesia.
  • Informar e investigar sobre la prevalencia de la violencia sexual, especialmente en la infancia y adolescencia.

Plan de Reparación a las Víctimas de Abusos

Como comentaba Argüello en la rueda de prensa de su aprobación, el PRIVA no es ni el comienzo ni la conclusión del trabajo de la Iglesia en materia de abusos. Para ello, se ha trabajado junto al Servicio de Asesoramiento de las Oficinas, el Secretariado para Asuntos Jurídicos de la CEE y el órgano de compliance de la CEE. También se puso en conocimiento y se pidió la colaboración del Defensor del Pueblo y la escucha tanto de las asociaciones acompañantes de víctimas como a «rostros» individuales que han sufrido abusos.

Los principios del documento son cinco, con la intención de reconocer a la víctima, reparar el mal causado y prevenir.

  • La víctima en el centro de la reflexión y la acción de la Iglesia. Para ello, se crearán las condiciones para su acogida, escucha y atención, además de ofrecerles una tutela y protección de la Iglesia.
  • La búsqueda de la verdad y de la justicia, a través de la investigación y esclarecimiento de los hechos, así como el enjuiciamiento y determinación de las responsabilidades jurídicas.
  • Acción coordinada en el tratamiento de los abusos sexuales en el seno de la Iglesia, adoptando medidas similares que no redunden en perjuicio de las víctimas.
  • Asumir los cauces de reparación de manera integral, especialmente en las dimensiones económica, espiritual y psicológica.
  • Evitar toda revictimización, partiendo el trabajo de la información que la víctima ya haya aportado en las oficinas de las diócesis, congregaciones o del Defensor del Pueblo.

Los tres campos sobre los que el PRIVA pretende actuar serán:

  • Con la víctima, a través de las diócesis, institutos de vida consagrada e instituciones eclesiales. Estas procurarán acoger, orientar y dotar de recursos a las víctimas.

  • La reparación, asistiendo a cada víctima según sus necesidades individuales. Los victimarios son los principales responsables de la reparación si el agresor no puede encargarse de ello. En cuanto a la reparación material, si se debe indemnizar a partir de una sentencia, ya sea económica, médica o terapéutica, será la Iglesia la que, subsidiariamente, la lleve a cabo. En cuanto al ámbito canónico, la prescripción o la muerte del victimario no impedirá de buscar un juicio de verosimilitud.

  • En cuanto a la prevención, proponer medidas y protocolos de actuación en actividades con menores, así como brindar formación sobre los abusos al inicio de cada curso pastoral. También investigar las causas de los abusos, pautas y orientaciones para la vida y misión de la Iglesia.

Comisión Asesora

Para poder poner en marcha el PRIVA, se establecerá una Comisión Asesora para analizar cada caso de forma individual para atender sus realidades. Estará formada por 10 personas, de las que cuatro pertenecerán al ámbito jurídico, cuatro al médico forense y un representante de la CEE y otor de la Confer, para facilitar la comunicación, a la que se podrán unir víctimas o asociaciones que trabajan con ellas.

Argüello declaraba que espera que está constituida para septiembre y serán ellos mismos los que definan su protocolo de actuación. Se encargarán de recopilar información ya elaborada sobre las víctimas, ofreciendo un informe de los casos presentados que no pueden ser juzgados por el fallecimiento del victimario o la presunción de un delito. Igualmente, elaborará una valoración de los daños padecidos, teniendo en cuenta la ley civil y otras Conferencias Episcopales.

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