Estados Unidos 'descubre' a los Reyes Magos gracias a los inmigrantes hispanos
El auge de la festividad de la Epifanía se ha hecho aún más evidente en los últimos años en ciudades como Nueva York, Los Ángeles o Detroit
Durante la campaña electoral de Donald Trump de 2024, se hizo viral un vídeo de un mitin del presidente electo en Albuquerque, Nuevo México, en el cual preguntaba a los presentes cómo preferían ser llamados: ¿latinos o hispanos? Ante la primera opción, solo una pequeña parte del público reaccionó con aplausos; a la segunda, la ovación fue resonada.
Es una realidad el hecho de que una gran mayoría de los hispanoamericanos sienten un profundo orgullo por sus raíces, lo cual se manifiesta en sus nombres, costumbres y tradiciones que mantienen y transmiten a las nuevas generaciones.
Un claro ejemplo de este legado cultural es lo que sucede cada año durante la noche mágica del 5 de enero. Con la llegada del nuevo año, la tradición de los Reyes Magos, una de las fiestas más celebradas por los españoles, cobra fuerza en diversas comunidades de Estados Unidos, impulsada por la creciente presencia de inmigrantes hispanoamericanos.
Para estos, la Epifanía es una fecha central en el calendario litúrgico. Aunque la Iglesia lo celebra el 6 de enero, en Estados Unidos y algunos otros países se celebra el domingo posterior al 1 de enero para facilitar la participación de un mayor número de católicos. Tal como recoge un artículo de Catholic Review, portal de noticias de la archidiócesis de Baltimore, en parroquias como la de San Miguel Arcángel en Overlea, Maryland, la celebración incluye desfiles, la entrega de regalos, que se abrirán este 5 de enero, cánticos tradicionales y la representación de los tres Reyes Magos de Oriente: Melchor, Gaspar y Baltasar.
«Recibir a los Reyes Magos el 6 de enero es algo muy importante para nosotros en Puerto Rico», explica Lizette Vargas, feligresa de San Miguel Arcángel. Como parte de la tradición, las familias puertorriqueñas dejan la noche anterior un recipiente con agua y hierba bajo el árbol de Navidad para los camellos de los Reyes, tal y como se hace en España.
Una oportunidad «para que la comunidad celebre su identidad»
En la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, en Highlandtown, Baltimore, el clásico Roscón de Reyes con una figura del Niño Jesús escondida en su interior es el protagonista. Quien la encuentra, según la tradición, se compromete a organizar una cena especial para la fiesta litúrgica de la Candelaria, que se celebra el 2 de febrero.
«La Epifanía significa la manifestación de Dios que se dio al mundo entero y los Reyes Magos representan la universalidad, ya que vienen de distintas partes del mundo a adorar al Niño Jesús que estaba en un pesebre en Belén», explica un sacerdote de la iglesia en Highlandtown.
El padre Héctor Mateus-Ariza, párroco de San Miguel Arcángel y natural de Colombia, destaca el componente espiritual de esta celebración, en el que se invita a los feligreses a hacer donativos y ofrendas, al igual que los Reyes Magos, quienes trajeron oro, incienso y mirra al Niño Jesús.
Además de la solemnidad que caracteriza esta fiesta, la Epifanía se ha convertido en una manifestación cultural festiva. Yomari Santiago Hernández, puertorriqueña y coordinadora de educación religiosa en San Gabriel, comparte cómo su familia celebra este día con música, juegos para los niños y platos típicos de su tierra. Como bien señala el padre Mateus-Ariza, esta fiesta de la Iglesia en Estados Unidos es un recordatorio y una oportunidad «para que la comunidad encuentre un momento para compartir y celebrar su identidad».
El auge de la celebración de la Epifanía se ha hecho aún más evidente en los últimos años en ciudades como Nueva York, Los Ángeles o Detroit, donde esta festividad ha evolucionado hasta convertirse en un evento que reúne a personas de diversos orígenes y su presencia en Estados Unidos ha crecido significativamente gracias a las numerosas comunidades hispanoamericanas católicas.