El buque de la Armada italiana Amerigo Vespucci
La capilla 'flotante' del buque de la Armada italiana es declarada lugar jubilar por el arzobispo castrense
Monseñor Marcianò explicó que la presencia constante de capellanes a bordo del Amerigo Vespucci ha sido una tradición histórica que ha brindado apoyo espiritual a los marineros
La histórica embarcación de la Armada Italiana, el buque escuela Amerigo Vespucci, ha sido designada como iglesia jubilar para el Año Santo 2025, permitiendo que, incluso mar adentro, se puedan poner 'las cuentas a cero' del alma. Con el Año Santo, será posible ganar la indulgencia plenaria y abrir una puerta de esperanza para el pecador, ofreciendo la oportunidad de recomenzar en su vida de fe.
El anuncio fue realizado por el arzobispo castrense de Italia, monseñor Santo Marcianò, quien, afirma el periódico de la Ciudad del Vaticano L'osservatore romano, destacó que «también la Iglesia que vive entre los militares quiere dejar signos en el Año Jubilar como expresión de esa esperanza que la Iglesia y el mundo esperan de Dios y que Dios confía también al mundo militar».
La distinción permite que la capilla del Amerigo Vespucci, presente a bordo durante sus travesías, sea un lugar especial para la obtención de la indulgencia jubilar. El buque, que zarpó en julio de 2023 para una gira mundial junto al proyecto Villaggio Italia, ofrecerá a su tripulación la oportunidad de obtener los beneficios espirituales propios de este tiempo de Gracia.
La eficacia y el silencio de los sacerdotes del buque
Recoge Ansa que monseñor Marcianò explicó que la presencia constante de capellanes a bordo del Vespucci ha sido una tradición histórica que ha brindado apoyo espiritual a los marineros. «Estos sacerdotes han acompañado silenciosa pero eficazmente la vida espiritual de la tripulación. Durante este año jubilar, desempeñarán un papel aún más significativo en la formación de los valores de fe y esperanza», afirmó.
El Año Santo 2025, convocado por el Papa Francisco bajo el lema «Peregrinos de la esperanza», busca recordar que la verdadera esperanza es confiar plenamente en la voluntad divina, aceptando que todo lo vivido, incluso lo incomprensible, tiene un propósito para nuestro bien.
En este contexto, otro proyecto con valores similares es la travesía del barco de tres mástiles Le Bel Espoir, que zarpará el próximo 1 de marzo desde Barcelona, recorriendo 30 puertos del Mediterráneo con 200 jóvenes de diversas culturas y religiones, promoviendo la paz y el diálogo interreligioso.
El Amerigo Vespucci, con su imponente presencia histórica, se incorpora a los templos jubilares, y la designación de su capilla flotante subraya el compromiso de la Iglesia de acompañar al ser humano en cada escenario de su vida. Incluso en alta mar, la búsqueda de la esperanza cristiana es como el océano mismo: profunda, inmensa y siempre en movimiento.
