Orbán se acerca a despedir a Benedicto XVI en un segundo día de capilla ardiente más tranquilo

En la mañana de este martes, 3 de enero, Viktor Orbán, primer ministro de Hungría, se ha acercado a la Basílica de San Pedro junto a su mujer, Aniko Levai, para rendir homenaje a Benedicto XVI, cuyos restos mortales están situados ante el monumental baldaquino de Bernini, y allí estarán hasta el próximo jueves, 5 de enero, cuando se celebren los funerales. Estos serán presididos por el propio Papa Francisco, a las 9:30 horas de la mañana.

Orbán se ha convertido así en una de las primeras autoridades internacionales que acuden a la capilla ardiente del Papa emérito, después de Giorgia Meloni, primer ministro de Italia, que se acercó poco después de la apertura de puertas este lunes 2 de enero. El presidente italiano, Sergio Mattarella también fue de los primeros en acudir al velatorio. Ambos acudieron antes de las 9:00 de este lunes, antes de que se abriesen las puertas al público.

El primer ministro húngaro llegó a la Basílica acompañado de su esposa, y permanecieron de pie unos minutos ante el féretro. El mandatario, que es calvinista, se sentó después en una zona habilitada para las autoridades en la capilla ardiente.

En el día de ayer, acudieron más de 65.000 fieles a dar su último adiós a Ratzinger. Solo en la mañana de ayer, fueron un total de 40.000 personas las que se acercaron al féretro. Hoy continúa el goteo de visitantes, pero con una afluencia un poco menor. En la primera mitad del día, aunque las puertas de la basílica abrieron antes –este martes y este miércoles lo estarán de 7:00 a 19:00h–, han acudido 25.000 personas.

Para las exequias, el próximo jueves en la plaza de San Pedro, se espera la presencia de hasta 60.000 personas, según ha informado la Santa Sede, que podrán asistir en la Plaza de San Pedro a la ceremonia que presidirá el Papa Francisco.