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16 de septiembre de 2024

El Cristo de Dalí podrá visitarse en Roma hasta el 23 de junio

El Cristo de Dalí podrá visitarse en Roma hasta el 23 de junioRome Reports

Hasta el 23 de junio

El Cristo que pintó Dalí tras ver un dibujo de san Juan de la Cruz ya está en Roma

Es la primera vez en la historia que ambas obras se pueden contemplar juntas

A finales de diciembre de 1948, Salvador Dalí visitó en Ávila el monasterio de la Encarnación. Allí, las monjas carmelitas le mostraron un pequeño dibujo que realizó san Juan de la Cruz hacia 1572 tras una visión mística que había recibido de Dios. Algo debió de sacudir el interior del artista de Figueras, porque tres años después firmaría una de sus obras pictóricas más célebres: el Cristo de san Juan de la Cruz.

Se trata de un óleo sobre lienzo de un considerable tamaño, de 205 x 116 centímetros, que se expone habitualmente en el Museo Kelvingrove, en Glasgow, Reino Unido. Hasta el 23 de junio se pueden contemplar gratuitamente, por primera vez en la historia, ambas obras juntas en la iglesia de San Marcello al Corso de Roma en el contexto del Jubileo de 2025.

La perspectiva de las dos es lo más llamativo: desde arriba, dando una mayor impresión de estar aplastado por el dolor, contemplando a Cristo tal como el Padre lo vio, desde el cielo, en el momento en que el Hijo puso su espíritu en sus manos. «La primera vez que vi ese dibujo me impresionó de tal manera que más tarde, en California, vi en sueños al Cristo en la misma posición pero en paisaje de Port Lligat y oí voces que me decían: '¡Dalí tienes que pintar ese Cristo!'», explicaría el artista catalán a la revista Scottish Art Review en 1952.

Lo vio en sueños

«Comencé a pintarlo al día siguiente. Hasta el momento en que comencé con la composición, tenía la intención de incluir todos los atributos de la crucifixión –clavos, corona de espinas, etc.– y de transformar la sangre en claveles rojos sujetos en las manos y los pies, con tres flores de jazmín sobresaliendo de la herida del costado. Las flores hubieran sido realizadas a la manera ascética de Zurbarán. Pero justo antes de finalizar mi cuadro, un segundo sueño modificó todo esto, tal vez a causa de un proverbio español que dice: 'A mal Cristo, demasiada sangre'», añadió. «En ese segundo sueño, vi el cuadro sin los atributos anecdóticos: solo la belleza metafísica del Cristo-Dios», prosiguió. «Mi principal preocupación era pintar a un Cristo bello como el mismo Dios que él encarna», concluyó.

El resultado de esos «sueños» de Dalí y la obra de san Juan de la Cruz que le inspiró podrán contemplarse, por tanto, en una ocasión única.

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