El ex secretario de Benedicto XVI ya tiene un nuevo trabajo: Nuncio en las Repúblicas Bálticas

Georg Gänswein ha asumido oficialmente su nuevo cargo como nuncio del Papa en las repúblicas bálticas, un puesto clave dada la delicada situación geopolítica de la región, marcada por la guerra en Ucrania. Este viernes, el que fuera secretario personal de Benedicto XVI entregó sus credenciales al presidente de Lituania, Gitanas Nauseda, en una ceremonia formal en Vilna. Nauseda, al recibir a Gänswein, destacó la importancia del apoyo internacional a Ucrania y pidió al Vaticano mantener su respaldo firme a la nación invadida, una demanda clave en medio de las tensiones con Rusia.

«La comunidad internacional debe ayudar a Ucrania a defenderse y, al mismo tiempo, defender los principios del Derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas», afirmó Nauseda, subrayando la relevancia de una postura global unificada. También insistió en que «la paz futura debe construirse sobre el pleno apoyo a la independencia, la soberanía y la integridad territorial de Ucrania», un mensaje que refleja la postura de los países bálticos, miembros de la OTAN, sobre el conflicto.

Gänswein, que llevaba más de un año en lo que muchos consideran una situación de 'exilio' tras la muerte de Benedicto XVI, finalmente ha sido designado por el Papa Francisco para este rol diplomático. Su nombramiento llega en un momento especialmente delicado, dado que Lituania, Letonia y Estonia comparten frontera con Rusia, lo que convierte a esta región en un punto de interés estratégico en el contexto de la guerra en Ucrania.

Durante la ceremonia, Gänswein, vistiendo una sotana negra con fajín púrpura, propio de su rango como arzobispo, sostuvo un encuentro privado con el presidente lituano. Nauseda, quien felicitó a Gänswein por sus 40 años de sacerdocio, también recordó la histórica relación entre Lituania y la Santa Sede, destacando el papel del Vaticano en el proceso de independencia lituano. El presidente agradeció la constante atención de la Santa Sede hacia Ucrania y el apoyo de la Iglesia católica a los refugiados ucranianos. «Cualquier escenario distinto a la victoria de Ucrania tendría consecuencias negativas para Europa y su seguridad», advirtió Nauseda, reiterando su llamado a la solidaridad internacional .